☏ʙᴇᴀᴜᴛʏ ᴅᴜᴍᴘ☏➪ sᴘᴀɪɴ ʀᴘ

Warten II | I & S |

Última parte
🌷 Narrador omniciente
Mucho presupuesto
Au(mucho cambio)
mucho texto 😔 ✌

Na. Ivanov

Después de la noche de mirada que tuve ayer me decidí a arreglar todo con mi chico, pero tengo que hacerlo rápido.

Me levanté, fui al baño a hacer mis necesidades y tomar una ducha. Hay muchas cosas que le puedo dar a Segimundo, podría darle... ¿Flores? No muy cliché... ¿Chocolates? Quizás pero no me basta.

Mientras pensaba en que regalarle a mi chico fui a mi trabajo, quizás podría pedirle consejos a alguien pero obviamente ocultando el hecho de que segis es mi novio. Este pueblo no está listo aún para hacernos públicos.

Al llegar pude ver a muchas personas en la recepción, todos gritando a los dos alumnos que les estaban atendiendo. Solo pase de largo y entre de servicio. Luego iría a ayudarlos.

Me dirigí a los vestuarios, los cuales estaban vacíos. Solo fui a mi taquilla y me cambié en silencio, pensando aún en que darle a Segis para poder disculparme.

¡Hasta que me llegó una idea! Puedo hacer un recorrido o algo, dónde segis pueda recordar todo momento en el que estubimos juntos, pero que este muy alejados de uno de otro para que se demore y cuando llegue dónde mi... Esperó que todo salga bien.

No note como mi cara se había puesto roja. Y menos como habían entrado mucho agentes del turno de la noche. ¡Todos y cada uno de ellos me estaban mirando! ¡Vieron como susurraba mi plan!

[Pongas a quien quiera no importa]

- Buenos días agente- dijo uno de los policías cruzado de brazos y dándome una cara de burla.

-Buenos días- dije cortante y sin dirigirles la mirada.

- Se-señor- dijo otro policía aún más nervioso. - ¿Se encuentra bien? Está demasiado rojo-

- ¡Claro que estoy bien gilipollas! Voy a hacer 10-33 con permiso- salí apresurados de esa sala. No quería entrometidos. Lo que necesito en quien me ayude para terminar esta noche.

- 5:30 p.m -
[Segimundo]

🌷

Segismundo están es su cama llorando a mares. Desde que llegó a casa la noche anterior solo pudo llorar y llorar con su primo y sus dos amigos Gustabo y Horacio

Todos le dieron apoyo y mimos hasta que callo dormido. Y durante toda la mañana y ma tarde lo consintieron en su casa. Pero ahora estaban arrullado en los brazos de Horacio, llorando de nuevo y mientras estaba envuelto en una manta color rosa que había comprado esa tarde.

- Tranquilo Segis, aún no sabes que fue lo que pasó- Horacio lo abrazo un poco más fuerte y de manera sobreprotectora.

- Pe-pero- se detuvo para calmar sus hipidos y poder seguir. - N-no me ha llamado, no ha hecho nada- se le cristalizaron los ojos.

Por parte de Segimundo los que sabían eran su primo, Gustabo y Horacio. Les tenía mucha confianza y sabía que ellos podrían guardar ese secreto hasta que fuese necesario.