Perspectiva

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El estudio de producción de Luka Couffaine se caracterizaba por ser bastante acogedor. Se había adaptado una casa de 3 pisos de una manera muy hogareña para que todo el que fuese al lugar se sintiera siempre cómodo. Había una cocina con todo lo necesario, desde estufa de inducción hasta un gran refrigerador, por lo que los pocos empleados nunca se debían preocupar por la comida en horarios de trabajo. Incluso contaban con sillones que se podían transformar rápidamente en camas si es que era necesario para alguno tener que descansar un rato. Una televisión en el comedor y hasta baño con regadera.

Quizás todas esas comodidades eran la razón por la que Luka se pasaba mucho más tiempo del necesario dentro de aquella casa-estudio...

O quizás no. Quizás... la razón llevaba nombre y apellido.

- ¡Perfecto, Vivica! Solo dame una toma más ¿Quieres? Para tenerla como respaldo.-

La cliente en curso era Vivica Denis, una talentosa cantautora a la cual él mismo descubrió mientras se tomaba un descanso del trabajo en una caminata hacia la cafetería más cercana al estudio. Era una de esas cantantes que van por las calles esperando que la gente reconozca su talento y con suerte, con ello, les brindaran alguna moneda. Luka definitivamente había visto ese talento en ella y estaba más que seguro de que la chica podía tener un gran futuro si alguien podía darle un empujón y ese quería ser él, por lo que le propuso ayudarla. Obviamente ella se negó en un principio, alegando que aún no contaba con el dinero para poder hacer tal proyecto, que de hecho la razón por la que cantaba en las calles era para reunir ese dinero. Luka, por su parte, le ofreció un contrato en el que él se quedaría con el 50% de las ganancias en su primer albúm si tenía éxito, el resto lo haría gratis para ella pues realmente confiaba en que él lograría hacerla saltar a la fama. Si hubiese un segundo y tercer disco, entonces sería ahí en donde ella tendría que pagar lo que se debía pagar. Evidentemente ella terminó aceptando y se pusieron manos a la obra. 

La producción del disco de Vivica iba lenta, ya que Luka le daba prioridad a los grupos y artistas con más renombre y que sí podían pagar sus servicios. A ella no le importaba, realmente no podía reclamar nada y de cualquier forma le gustaba dedicar sus noches a ese proyecto en el que solo Luka y ella trabajaban, puesto que Luka prefirió no involucrar demasiado a sus propios músicos y productores para algo que no sería, todavía, remunerado. 

- Listo, es todo por hoy, ya es más tarde de lo habitual... Sal de ahí.- Pidió Luka a Vivica, quien se encontraba dentro del cuarto de grabación. 

La chica no tardó nada en hacerle caso, quitándose los pesados audífonos que llevaba en la cabeza y colocándolos en su base, a un lado de ella. 

Al salir se encontró con la mano estirada de Luka hacia ella, ofreciéndole una copa de lo que parecía ser vino. 

- ¿Un brindis por tu futuro éxito? - Sugirió él, sonriéndole abiertamente.

- Cl-claro. Gracias.- 

Vivica era una chica tímida, así siempre la percibió Luka, sin embargo sabía también que una vez que la tomaba confianza, podías ser una chica bastante más extrovertida. Era muy bonita y apenas un par de años menor que Marinette; aún era joven y estaba seguro de que tenía un gran futuro por delante, sintiéndose orgulloso de ser él quién la hubiese encontrado.

- ¡Ah! Este vino está riquísimo.- Exclamó Vivica después de su primer trago, saboreandose los labios ante el regusto del líquido en ellos.

- Si. Una buena compra ¿no? Terminamos con estas copas y nos vamos directo a casa.-

- Ya te dije que no es necesario que me lleves ¿Verdad?- Preguntó ella a su mayor con una sonrisa mientras daba otro sorbo a su vino. 

- Y yo ya te dije que no es ningún problema. Después de todo fui yo quien te metió en este lío.-

Quiero Conocerte [+18] MLB AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora