Restricción

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.::Adrien::.

Ver a mi madre autenticamente feliz era siempre una dicha, sobretodo tras el fallecimiento de mi padre... pues pocas veces sucedía. No sé qué fue exactamente, si es la presencia de Marinette o algo externo lo que la tiene tan animada el día de hoy, pero espero que no pase pronto.

Mi madre se merece ser feliz, ha sufrido mucho...

- Adrien ¿Tienes el contrato a la mano? - Preguntó mi madre una vez que todos nos encontramos ya cómodos en el que había sido el estudio de mi padre; una enorme habitación blanca que contaba con una enorme pantalla montada sobre un pedestal que mi padre solía usar para dibujar y diseñar en "su tiempo libre". Siempre me pareció curioso como alguien tan creativo como él viviese rodeado de elementos tan simples y poco llamativos a la vista.

- Ah, que tonto. Dejé la carpeta en el comedor. Vuelvo en seguida.-

Dándome cuenta de mi error, salí a toda prisa del estudio hacia el comedor y al entrar en él me encontré con Elenor y Judith, las dos chicas que ayudaban a mi madre en los quehaceres de la mansión y la comida. Ambas estaban sentadas platicando, mientras comían un poco del pastel de chocolate que aún quedaba. 

- Hola, chicas. Dejé sobre la mesa un folder hace un rato... ¿En dónde lo pusieron? -

- Uhmmm ¡Ah, si! Lo llevé justo afuera, sobre la mesa un lado del recibidor, por si lo necesitaban. Pero creo que no fue un lugar muy estratégico... Voy corriendo por él. No se mueva de aquí.-

Judith pasó a un lado mío a paso apresurado, dejándome con Elenor en el comedor... Hubiera salido en ese momento de no ser porque la chica me dirigió la palabra casualmente.

- Dios, este pastel es el cielo. Me alegra que la señorita Rossi haya convencido a su madre de hacerlo ¡Hay otro en la cocina!-

Escuchar el apellido de Lila hizo que lo que acababa de comer se me revolviera en el estómago...

- ¿Lila Rossi estuvo aquí, Elenor? - Pregunté, intentando no sonar alarmado. 

- Oh, si, claro. La señorita Rossi viene bastante seguido a visitar a la señora Emilie.-

En ese momento Judith entró por la puerta con una sonrisa en su rostro, entregándome el folder con el contrato de Marinette, volviéndo a sentarse un segundo después para seguir comiendo. 

- Gracias, Judith...-

- Por nada, joven Adrien.-

Di media vuelta, listo para salir del comedor, sin embargo volví atrás solo por querer saciar un poco de mi curiosidad. 

- Ehm... Elenor... ¿Cuándo vino Lila por última vez?-

- Ayer. Estuvo gran parte del día aquí. Es una chica muy agradable, pero eso debe saberlo ya usted... ¿Se conocen, verdad?- 

- Si...Trabaja para mi. Gracias.-

Sin dejar que ninguna de las dos me volviesen a decir nada, salí al fin, cerrando detrás de mi la puerta que dividía las estancias. 

Lila y mi madre se frecuentan...

Eso explica ahora la insistencia de mi madre por querer mantener a Lila en la empresa. ¿Es por Lila que mi madre se encuentra "feliz"? Debo descubrir qué quiere Lila con mi madre... no puede ser tan sencillo como que solo sean amigas. 

Dándome cuénta de que me he quedado quieto en el recibidor, me rasco la nuca un tanto fuerte y me obligo a reaccionar para llegar nuevamente al estudio de mi padre, siendo recibido por las risas de mi progenitora y de la mujer a la que le había dedicado cada noche en mis pensamientos. 

Quiero Conocerte [+18] MLB AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora