Prólogo

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Soy un omega, tengo 17 años, desde que tengo memoria mis padres me advirtieron que debía defenderme ya que no sería fácil para mí, desde los 12 fui a clases de defensa personal. Fui el mejor de la clase durante dos años, un omega siendo mejor que los alfas era una gran victoria, lo que no contaba era que mi primer celo se cruzo después de terminar una clase.

Fui a cambiarme aquella ropa sucia después de practicar, cuando salí de vestirme sentí mis piernas débiles, mi cuerpo caliente, era mi primer celo en un lugar donde seguro había algún alfa todavía, pues acerté, cuando iba salir la puerta se abrió dejando ver a uno de mis compañeros sonriendo mientras se acercaba poco a poco, separando mis piernas y yo sin poder quitarle de encima, “por favor… déjame” pude sentir un fuerte aroma provocando que no pudiera pelear, este beso mi cuello pasando sus manos por mis cabellos diciendo “lo sabía… eres muy bonito para ser un alfa, ah… tu aroma es delicioso”, no pude moverme, hasta que entró mi profesor de defensa personal, lo tomo del cabello y lo saco de ahí diciendo “no puedes tocarlo si él no quiere, hablaré con tus padres”, el chico huyó mientras el profesor me ayudaba a salir y contactaba a mis padres, después de eso recibí clases privadas.

Hasta hora todo iba bien, mis padres le advirtieron a ese chico que jamás intentará volver hacer algo como eso, ni conmigo ni con ningún omega, 2 años después decidí entrar a un colegio de "reputación excelente". Todo iba bien, estaba junto algunos alfas que creían que yo también soy un alfa, controlaba al máximo mis feromonas, uso medicinas fuertes para poder tener el control durante mi celo. Cuando algunos alfas molestaban a omegas yo los defiendo diciendo que “ellos son mis omegas, no quiero que se acerquen a ellos” lo hago para que los dejen en paz, esos omegas también son mis amigos, tiernos y lindos chicos que son muy miedosos.
Debo decir que después de un año ya dentro de ese colegio no les podía decir a mis padres como se manejaba todo, pues ellos me sacarían y dejaría a mis amigos desprotegidos. Durante las últimas semanas noto algo extraño… muy extraño con los alfas con los que suelo juntarme… pero quizás solo son unos idiotas.

Mientras caminaba a mi habitación sentí mi cuerpo un poco caliente, mis piernas poco a poco se debilitan, corrí lo mejor que pude hasta llegar a mi habitación y cerrar, revise mi cajón donde tengo mis pastillas… pero no están, ¿Cómo demonios no van a estar ahí? ¿Por qué? ¿Cómo?... Esto no puede ser…

Omega... {KyuSung}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora