-"si pudiera reescribir mi pasado, lo haría, voy a hacer todo lo que pueda para que no vuelvas a llorar, fui un idiota, como todos"- Eso dijo, lo sabia de memoria, repetí cada palabra a la perfección, el hablaba y yo solo le creía, tal vez necesitaba hacerlo pero claramente, cerrar los ojos y confiar en el no fue la mejor opción, es hombre después de todo, quería cambiar su pasado, o eso decía, quería hacerme feliz, o eso decía, el no hizo nada honestamente, y aun así, yo le creía, no lo culpo por decisiones pasadas, pero repetía todo eso de lo que juraba arrepentirse, una y otra vez, a ella la engaño, la uso, y maltrato, era un juguete, llegue a creer que se lo merecía, por todo lo que me hizo creer que ella le había hecho, tenia que pagar, no lo juzgue por eso, aun así el juraba arrepentirse, tal vez solo para evitar sospechas, y yo creía todo lo que saliera de su boca. - Así que cambiar tu pasado, ¿eh? Fue una gran idea, me la trague completita, ¿Creías que seria tan fácil? - estaba mareada, las palabras solo salían de mi boca, y sonaba como una mujer herida pero yo no era ella, no seria tan tonta como ella, no caería en lo mismo que ella, no era como ella, no había punto de comparación. - El pasado si, pero no el presente, de verdad, sos alguien interesante, creer que jure amarte y cuidarte hasta que la muerte nos separe.- Di otro sorbo a mi copa de vino, con asco, el amargo liquido bajo por mi garganta recordando odiaba el vino, pero este momento ameritaba una copa, como mínimo. Soñaba con el día en que le diría todo lo que pensaba, pero estaba tan asustada, ¿Que haría después? ¿Pedirle el divorcio, discutir, solo irme? no se porque me asustaba tanto la incertidumbre, o lo sabia, estaba terrada, pero al mismo tiempo tenia el corazón a mil de la emoción, aun así su silencio me arruinaba el momento, esperaba que se defendiera, que se quejara, que se humillara, rogara y verlo retorcerse en miseria... pero solo estaba ahi, arroje la copa lejos de mi, esta al chocar contra la pared se rompio en miles de fragmentos, pero apesar del estruendo... el no se inmuto, seguia sentado, en completo silencio, senti el odio que acumulaba en el vientre subir y retumbar en mis oidos, no seria ella, seria mejor que ella, como siempre lo fui.
Una vez calmada, me acerque a mi marido, acaricie su rostro y sonrei, pronto llegarian los de limpieza y se llevarian el asqueroso cuerpo inerte de mi marido, y eliminarian todos los rastros de mi en el... -Adios osito, espero que tengas un dulce viaje.- Tome las llaves de casa y salí rápidamente de alli.