𝐂𝐀𝐏 𝟑𝟓

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Desearía que nunca nos hubiéramos conocido.
Porque eres demasiado difícil de olvidar.
Mientras estoy limpiando tu desastre.
Se que te has estado sosteniendo a alguien más.




Se está sofocando.

Apoyó su frente contra la ventana, viendo a duras penas consciente las gotas que mojaban el vidrio desde el exterior. Inhaló hondo, para buscar aire que su garganta cerrada no le permitía aspirar. El motor del vehículo resonaba fuerte a su alrededor y un zumbido en los oídos de DoYoung le impedía pensar con claridad.

Se estaba ahogando.

El lugar repentinamente era demasiado cerrado para respirar, demasiado cerrado para moverse. Su cuerpo estaba entumecido y tenso, con sus uñas dejando marcas en sus piernas a través del pantalón. Un peso oprimía su pecho hundido, como si estuviese aplastándole los pulmones, robándole el aire... aplastándole el corazón, deteniendo sus latidos.

El mundo a su alrededor pareció dar vueltas por un momento y tuvo que cerrar los ojos para ahuyentar las náuseas. Un sabor amargo en su boca que se extendía conforme el transcurso del tiempo, mientras DoYoung se daba cuenta de que esto no era una pesadilla.

Era la cruda e inevitable realidad.

No podría despertar al día siguiente envuelto en los brazos de JaeHyun fingiendo que nada había ocurrido. No podía besar sus labios sin saber que JaeHyun pensaba en alguien más. No podría tomar su mano sin recordar que JaeHyun quería reemplazarlo con otra persona.

Porque, lo quisiese o no, TaeYong siempre estaría ahí. No importaba bajo que circunstancias, si estuvieran descansando en la cama o cenando en una cita, Lee TaeYong siempre sería la prioridad de JaeHyun.

Y DoYoung solamente sería desechable.

Su boca se movió involuntariamente, y no se percató de lo que estaba diciendo hasta que su mirada se topó con la del conductor por el retrovisor. La lluvia golpeaba contra el capó y el techo.

—Detenga el auto.

Una voz lejana lo descolocó un poco, más las palabras fueron ininteligibles debido al zumbido molesto en sus tímpanos. Siendo incapaz de enfocar otra cosa que el asiento oscuro frente a él y las gotas de lluvia que resbalaban por su ventana.

El vehículo se detuvo no mucho después. DoYoung dirigió su atención a la manilla de la puerta y alcanzó a rozarla con las yema de sus dedos, cuando una mano firme rodeó su brazo. Más palabras, más voces. La mente de DoYoung no podía procesar la situación correctamente y se zafó del agarre en su brazo con facilidad, deslizándose fuera de la mano que se movía desesperada por alcanzarlo.

Abrió la puerta torpemente y trastabilló al bajar del vehículo. Demasiado aturdido para sentir las gotas de lluvia que chocaban contra su piel y que mojaban lentamente su cabello, enfriando su cuerpo y lo que quedaba de su corazón, en un copo de nieve.

Sus pies se sentían pesados, pero sus piernas estaban determinadas en moverse. Hacia cualquier lugar que éstas le llevaran. Escuchando la voz lejana volverse cercana, las palabras tornándose fuerte y no tan ininteligibles.

La misma mano de antes se asió en torno a su brazo y lo obligó a detenerse. DoYoung giró sobre sus talones, tropezando levemente con sus propios pies, y logrando estabilizarse solamente gracias al agarre firme de la persona que lo sostenía.

'RENT A BOYFRIEND' ─JAEDO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora