La luz amarilla de las torres de iluminación incomodan mi rostro, y el hecho que los otros destellos de luz blanca de una que otra cámara que tratan de captarnos en una foto estén tan cerca nuestro no ayuda a que pueda mantener mis ojos abiertos.
Bajo mi mirada, tratando de que la luz deje de incomodar tanto a mis ojos, y el desteñido de sus uñas pintadas captan mi atención cuando distingo como estas rodean mi mano y la aprietan, entendiendo que Camila está pasando por lo mismo que yo.
—Ya estamos cerca de la puerta del teatro. —Le digo en un susurro.
Ella suelta un respiro, dando a notar lo aturdida que está de la situación. Suena cansada y agotada, y aunque mi corazón da un pulzo gigante ante ese hecho tratando de alertarme de algo, yo decido ignorarlo.
—Estoy harta de todo esto.—Murmura entre dientes antes de que su voz vuelva a tornarse ausente y sin ayudar mucho a que esa pequeña alerta se vaya.
Hago un sonido en señal de respuesta, pero de manera totalmente inconsciente.
—Ya llegamos. —Contesto.
Pero antes de que logremos terminar de entrar, vemos a un hombre parar frente a nosotros, bloqueandonos el camino.
—¡Cami! ¡Rojas! Regalen una sonrisa. —Camila suelta de mi mano, pero no voltea a verme, luego deja ver una sonrisa totalmente cuestionable.
Yo le rodeo mis hombros con los brazos, inseguro, ella pasa su brazo por mi torzo, devolviendome la seguridad perdida, y el destello de luz dando señal a que la foto ha sido tomado, sale.
...
Me encuentro a mi mismo tomando un café en un bar. Felipe ha estado preparando su obra de teatro junto con Manu Pal ''No confíes en mí'' y hoy dijo querer verme para contarme del estreno, y darme las entradas de invitación.
Escucho la campana del lugar sonar, veo a Felipe entrar y pararse frente al mostrador, pero la mujer a su lado capta mi atención.
Distingo el cuerpo fino y su cintura curiosamente marcada, todo su torso me resulta extremadamente familiar, y sin encontrar explicaciones me marco en la silueta que veo frente a mi. La miro con curiosidad, como si tratara de memorizar todo el rasgo de esta persona pero realmente estoy tratando de recordar donde la he visto antes.
El curioso hilo que rodea su tobillo también me resulta conocido, y sus piernas desnudas que suben hasta su espalda me hacen dudar de si realmente conozco a la persona porque existen dos tatuajes en su pantorrilla que no logro distinguir cual es. Luego la veo darse vuelta, y junto a milésimas de recuerdos mi corazón palpita porque es la misma persona que solo necesito escuchar su nombre para desestabilizar todo en mi.
Sus ojos se clavan con los míos produciendo una corriente por todo mi cuerpo. Ella suelta un sonido de sorpresa, y abre sus ojos como platos. Yo agacho mi cabeza, y rasco mi nuca mientras mis ojos vuelven a mi taza de café.
Carraspeo mi garganta. Recuerdo que Felipe mencionó algo de tener que ver a Camila hoy, pero no pensé que se refería a vernos a ambos hoy.
Siento el aire un poco pesado a mi lado derecho, y Felipe se sienta al lado mío.
—¿No pensás saludar? maleducado.
Yo me giro, tratando de mostrar sorpresa ante la presencia de Camila, pero este resulta ser un movimiento bastante torpe considerando que se que ella está consciente que la vi hace un par de segundos.
No había mantenido una plática considerable con Camila desde el 2006, que fue la gira con Erreway en españa, aunque el rastro se lo había perdido totalmente hace un par de meses tratando de olvidar cualquier sentimiento que pareciera aún existir con ella, sin embargo al verla frente a mí en este momento solo me recuerda que eso no es posible.
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Mantendremos este amor en una fotografía.
FanficA veces una simple foto puede tener mucha historia que contar.