La primera vez que la vi estaba oculta en un pasillo oscuro de la biblioteca pública. Con una blusa de lana color blanco, su oscuro cabello en una cola alta y su rostro escondido detrás de un libro muy viejo. Olvidé por completo qué me había llevado a ese lugar aquel día. Irradiaba dulzura, belleza y, sobre todo, inocencia. Lucía como una criatura preciosa que merecía todo el cuidado y devoción. Era un ángel. Esa era la única manera de explicar lo increíble de su existencia y su repentina aparición en mi vida.
De repente lo quise todo con ella, sin saber su nombre, sin haber visto su rostro con claridad. Quise lanzarme a ella, ofrecerme a ella, pedirle que hiciera de mí su voluntad. Bajó el libro y me perdí en sus ojos, aún cuando ni siquiera me miró. Anhelé el rose de sus labios en mis mejillas, en mi cuello, en mi boca sedienta de ella. Una corriente eléctrica recorrió mi espina solo con imaginar como sería el toque de sus delgados dedos en mi piel.
Mi respiración, mi pulso, mi raciocinio, mi corazón y mi alma se quedaron con ella aquella oscura y lluviosa tarde de julio. Y puedo jurar que ni siquiera lo notó.
|Not ordinary|
Volví a casa casi flotando en una nube, no me molestó la lluvia, ni el aire helado. En mi cabeza solo había espacio para ella. Era como si ya no me perteneciera, perdí el sentido de alguna manera, cualquier deseo que tuviera antes de esa tarde se desvaneció en el aire. La quería a ella.
Al acostarme en mi helada cama esa noche repetí varios nombres intentando darle uno. Un nombre que sentara perfecto a su ser. Ninguno parecía ser el correcto. Ninguno me provocaba escalofríos, ni sonaba tentador al susurrarse. Hasta que una voz nueva y suave se unió a mí en la oscuridad.
'Irene...'
El aire se coló por la ventana y frente yacía la silueta de esa preciosa mujer, con su oscuro y brillante cabello cayendo sobre sus hombros desnudos, vistiendo un delgado y translucido vestido de encaje negro que caía hasta sus tobillos, dejando visibles sus pálidos pies descalzos sobre el piso de madera. Su rostro se iluminaba un poco con la luz de la luna, lo suficiente para cortarme la respiración.
'¿Cómo es...?'
Mi pregunta se quedó congelada en el aire en el momento que empezó a acercarse a la cama, a mí. Era poca la distancia, pero se sintió como una eternidad
|My movement is unique|
Se detuvo y bajó hasta que su cara estuvo a la misma altura de la mía. Colocó sus manos elegantemente sobre la colcha y se recostó en ellas para clavar su mirada en la mía. Sus ojos brillaban de una manera hipnotizante, como si tuviesen brillo propio. Sonrió levemente con sus pequeños y rosados labios antes de volver a hablar.
'¿Qué es lo que deseas, Seulgi?'
Me quedé muda, atascada entre mis instintos, mi temor y mis dudas sobre lo que ocurría en ese momento. La quería tanto que ahora tenía alucinaciones demasiado realistas y convincentes. Era tan real que podía sentir su aliento y percibir su movimiento al respirar.
'¿Eres real?'
Una carcajada suave y tierna se desprendió de sus labios, parpadeó y estiró su mano derecha hacía a mi brazo, deteniéndose a pocos milímetros y logrando ponerme tensa.
|1 2 5 to 7|
'Puedo ser tan real como tú quieras'
Dicho eso, por fin, su tacto chocó con mi piel llenándome de algo que jamás había experimentado. Necesidad, hambre y excitación explotando en todo mi cuerpo. Por fin tenía una pequeña porción de lo que empecé a desear de la nada. Mi respiración parecía acortarse mientras la cuidadosa danza de su mano se extendía por todo mi brazo, la palma de mi mano... y mi cuello. No dejaba de mirarme, de apoderarse de mí con tan poco. No importaba que no viera nada en esa penumbra, era suficiente con sentirla.
|I'm a dancer in the darkness|
'Dime lo que quieres, Kang'
De repente se puso en pie, sin apartar su mano de mi cuello, mirándome desde arriba con una intención distinta que no pude descifrar. Con su mano libre apartó la sábana de mi cuerpo y suspiró en espera de mi respuesta.
'A ti. Quiero todo de ti'
Mi voz sonaba a súplica, a desespero, a dolor. Estaba fuera de mí misma y sabía que esa era la única manera en que podría ser de ella.
'Eso, corderito, tiene un precio alto. ¿Estás dispuesta a pagarlo?'
Asentí con la cabeza pues, con cada palabra se acercaba más y con cada centímetro que desaparecía, de menos aire disponía. Sonrió triunfante y ejerció más presión en mi garganta, tomó mi cintura por debajo de la camiseta con su mano libre, clavando sus uñas en mi piel levemente y comenzó su ascenso a mi cuerpo con una delicadeza que me torturaba, acompañada de un crujido que no supe de dónde provenía.
|I'll crack every joint in my body and come close to your bed|
La falda de su vestido se extendió sobre nosotras cubriendo desde mi abdomen hasta la mitad de mis muslos. Y sin necesidad de sus manos disparó la temperatura de mi cuerpo con los lentos y seguros movimientos de su cadera sobre mí. Cada toque, cada choque, gruñido, jadeo se traducía en mi falta de aire. Quería recuperar la respiración, pero quería más el placer que me estaba dando con el movimiento de su cadera. Ser poseída por ella lo valía.
Había dado mi consentimiento prácticamente a ciegas, y amaba sentirme dominada por Irene.
|I'll horribly steal your heart and dominate you|
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𝑀𝑁𝑆𝑇𝑅 | 𝑆𝑒𝑢𝑙𝑟𝑒𝑛𝑒
Short StoryI'll horribly steal your heart and dominate you. Historia corta Seulrene. Seulgi, una dura mujer, se ve repentinamente "enamorada" de Irene, una completa desconocida, que le parece inocente y dulce. Pronto Seulgi descubrirá la razón de su inmediato...