N. A. Lamento la demora, pero no quería darles un capítulo que no me gustara. Gracias por su paciencia y por leer.
Lo admito, ha sido una batalla difícil. Entre mi pelea interna y egoísta y el constante enfrentamiento con Yeri estoy a punto de volverme loca. Y cómo si fuera poco la espera por Irene ha sido eterna y desesperante, quiero verla, necesito verla.
He andado de arriba abajo por todo Seúl y no he podido cruzármela ni una vez. Ni en los lugares que creo podrían ser sus favoritos. Y eso me molesta porqué podría significar que no la conozco, aunque hay una gran posibilidad de que sea cosa de Yeri y sus asquerosos trucos.
Sentada en la misma biblioteca que yo la volví a ver, pero 30 años más vieja, reviso por enésima vez los artículos sobre mi última muerte. He revisado las fotografías y las teorías miles de veces y a pesar de que cada vez me es más fastidioso hacerlo sigo comparando los artículos de mis muertes y las de Irene.
Siempre suenan como si fueran una novedad, como si nadie recordara que hubo homicidios similares antes, y todos son acreditados a un animal no identificado. Es más aterrador de lo que parece, sobre todo si eres tú quién aparece en las fotografías.
Arrojé el montón de papeles al suelo ya cansada y deseando volver a la habitación en que Yerim me metía cada noche. Nuevamente había llegado al colapso y me solté a llorar en ese rincón oscuro de la biblioteca. Rascaba las cicatrices mis pómulos, me retorcía el cabello y sollozaba entre mis piernas.
Lo que causó mi repentino llanto me sorprendió pues nunca había sucedido antes, Yerim limitaba mi contacto con cualquiera para que no hablara con nadie sobre nada.
'Oye, ¿te encuentras bien?'
Levanté la vista asustada, topándome con una linda chica de cabello oscuro y ondulado. Me miraba con curiosidad y genuina preocupación, me sentí agradecida por ese gesto.
'Ah, creo que sí. Gracias por preguntar'
Sonrió y se hincó a mi lado, dispuesta a preguntar más seguramente. Tenía la fachada de ser la clase de amiga que te interroga sutil y dulcemente hasta lograr que te desahogues. Me agradó de inmediato.
'Interesante elección de lectura... ¿Esto es lo que te puso así?'
Sequé mis mejillas con las mangas de mi suéter y amontoné los papeles lista para llevármelos.
'Tranquila, no muerdo. Mis amigas creen que me fascina molestar pero no es nada grave. Me llamo Park Soo-young, pero me dicen Joy'
'Soy... Seulgi'
Sus ojos se abren en cuanto termino de presentarme, me pongo nerviosa por qué no sé qué fue lo que dije mal, temiendo arruinar su amable acercamiento.
'Ese es un nombre muy popular, no por las razones correctas pero lo es'
Se encoge de hombros restándole importancia a su comentario y pasa su cabello a sus espaldas.
'Espero que no te moleste que lo diga pero, no luces como alguien que disfrute la soledad. Estaba por ir con mis amigas a almorzar, ¿quieres acompañarnos?'
Decir que me quedé boquiabierta es poco. Algo me exigía que aceptara de inmediato, pero no sabía si hacerlo sería conveniente pues, ya había visto lo que la adorablemente aterradora Kim Yerim era capaz de hacer sí salía de mi burbuja.
'Sí'
Mi respuesta salió de mi boca sin aviso previo, la chica se levantó animada del suelo y empezó a cargar mis papeles en sus manos.
'Entonces vamos, te ayudo'
Me levanté y tomé el resto de cosas y nos dirigimos rápidamente a devolver todo. Nos recibieron los papeles y salimos pronto de la biblioteca.
Afuera hacía frío, las nubes empezaban a cubrirlo todo y el aire soplaba algo fuerte. Joy posó su mano sobre mi hombro y con esa misma sonrisa me mostró el camino.
'La cafetería está por allá'
Señaló la calle de nuestra izquierda, una calle inusualmente solitaria del centro de la cuidad, paralela a la zona hotelera en la que morí hace 30 años. La seguí a paso tranquilo, nerviosa y ansiosa por estar teniendo mi primer contacto social, aparentemente exitoso.
Con cada paso un cosquilleo crecía en mi vientre, me temblaban las rodillas y me dolía el pecho. La felicidad me embargó de pronto pues era consciente de lo que eso significaba. Ella estaba cerca, muy cerca.
'¡Oh! Ya llegaron'
Anunció la chica ondeando su mano derecha en el aire para llamar la atención de sus amigas. El aire se me fue por completo una vez que estuve lo suficientemente cerca para apreciar sus rostros.
Iba vestida con un conjunto enteramente blanco que resaltaba su oscuro cabello y sus preciosos ojos. Fue como volver a caer enamorada de ella. Enamorada de mi adorada Irene.
Las tres chicas se saludaron animadas, yo esperé pacientemente mientras admiraba la belleza de Hyun.
'¿Quién te acompaña, Soo?'
Que la otra mujer preguntara me dio risa, ella no me parecía conocida pero la distinguía su cabello platinado.
'Ella es Seulgi, una amiga'
Joy me animó a acercarme y nos presentó.
'Seulgi, te presento a mi pareja favorita: Irene y Wendy'
Ahí se me cayó el alma al suelo. Tal vez hasta el infierno.
'Mucho gusto, Seulgi. Que gusto que te nos unas para almorzar'
Montada en una nueva nube de decepción, dolor e impotencia me senté a la mesa con ellas.
Tuve mucho tiempo para observarlas, y pensar más seriamente en lo que iba a hacer con las opciones que Yeri me había dado., sobre todo cuando me percaté de lo plena que se veía con Wendy.
La verdad es que nunca la había visto sonreír de esa manera. Ni siquiera conmigo. Y no era ningún misterio el por qué jamás lo hizo.
Entre las escenas de la antigua Yeri, mis ataques de ira e infidelidades logré que no conociera la felicidad absoluta. Aún con tanta porquería siempre me amo incondicionalmente, más de lo que yo le amé. Una vez que Irene se entregó a mí no hubo vuelta a atrás.
El remordimiento me invadió porqué fue tan claro como el agua que el monstruo siempre había sido yo, por mí inició todo y por mí no había terminado.
Sentada en esa mesa, con tres animadas mujeres haciendo contraste a mí estado anímico, busqué en mi bolsillo ese castigo que tenía bien merecido.
La carcajada de Irene me hizo alzar la vista una última vez para verla ocultar su rostro en el hombro de Wendy. Una estocada en mi corazón y la decisión estaba tomada.
El rose del metal hizo arder mi piel y el anillo se encarnó a mí.
"El monstruo que llevan dentro las devorará, hasta que quién erró enmiende su equivocación"
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𝑀𝑁𝑆𝑇𝑅 | 𝑆𝑒𝑢𝑙𝑟𝑒𝑛𝑒
Short StoryI'll horribly steal your heart and dominate you. Historia corta Seulrene. Seulgi, una dura mujer, se ve repentinamente "enamorada" de Irene, una completa desconocida, que le parece inocente y dulce. Pronto Seulgi descubrirá la razón de su inmediato...