Gustabo estaba sumamente relajado en la tina, cubierto por una espesa espuma que ocultaba por completo su desnudez. Movía la cabeza al ritmo del estribillo de GRRRLS de Aviva, balanceando el cable de los auriculares conectado a su celular.
Apoyó el pie izquierdo sobre el borde de la bañera, observando con disgusto la mancha morada que cubría el empeine, lugar donde el detestable alumno le había pateado en un intento de desestabilizarle.Cerró sus ojos decidido a olvidar ese momento y tratar de disfrutar de la soledad, hasta que su celular sonó alertándole de la llegada de un mensaje.
Normalmente lo habría ignorado, pero su hermano, Horacio, no estaba en la casa, así que no dudó en tomar el aparato esperando encontrar un mensaje de él.
—Tío Tom —leyó en voz alta el nombre del contacto, entrando con rapidez al chat para ver el mensaje— Espero que estés en tu casa y no por ahí haciendo el capullo.
Desconectó los auriculares y los dejó sin cuidado donde antes estaba el celular, tecleando con rapidez una respuesta.
Tío Tom
Estoy en mi casa abuelo, no tiene de que preocuparse.
21:06Por si Horacio no te lo dijo, quería avisarte que está patrullando con Volkov.
21:06Gustabo sonrió al pensar lo feliz que estaría su hermano, considerando a la vez qué debería responder.
Tío Tom
Gracias por avisar.
21:07
Seguro y Horacio está muy ocupado con el niño asustado.
21:07¿Qué estás insinuando, anormal?
21:07
Ambos están de servicio.
21:08Abuelo, los dos sabemos que eso no detendrá a Horacio.
21:08Deja de llamarme así.
21:08Oblígueme.
21:08
¿Sigue de servicio?
21:09Sí, estoy en mi oficina con mucho papeleo.
21:09
¿Tú qué estás haciendo?
21:10Si está muy estresado puedo enviarle nudes.
21:11
Estoy en la bañera, desnudo.
21:12Removió sus piernas con nerviosismo, decidiendo que luego, cuando lea esos mensajes y quiera que la tierra le trague, culparía a la botella de vino que yacía vacía en su cocina.
Tío Tom
Enhorabuena, crack.
21:14Usted es un aburrido.
21:14Unos segundos luego de que el mensaje fuese enviado una llamada le llegó, era el superintendente y seguro le iba a regañar.
—Buenas —respondió con desgane, sosteniendo el aparato junto a su oreja con la zurda y apoyando el codo en el borde de la bañera.
Capullo, ¿qué es eso de nudes?
—Los nudes son-
Sé lo que son.
—¿Entonces porqué me pregunta?
Eres un imbécil, capullo, anormal de carrito.
—¿Terminó? —preguntó, y antes de que el otro contestase siguió hablando— ¿Cómo está el alumno?
¿Te interesa?
—Realmente no.
Bien, porque no tengo idea de qué pasó con él.
Gustabo rio, siendo acompañado por una risa nasal por parte del superintendente.
Eso era bastante comparado con el malhumor que le caracterizaba.—Eres un gran jefe, Conway.
Soy un tío campechano, y me preocupo mucho por lo demás.
El rubio volvió a reír acomodándose en la bañera, levemente nervioso. Normalmente las llamadas con el superintendente eran por trabajo o para regañarles, así que tener una conversación trivial parecía un milagro concedido por Dios.
Estiró sus piernas colocándolas cruzadas una sobre la otra en el borde de la bañera y decidió que apenas terminase la llamada saldría, el agua ya no estaba tan caliente como le gustaba y ciertas partes de su cuerpo comenzaron a entumecerse con levedad.
Yo sí debo volver a trabajar, ¿te veo mañana?
—10-4 —confirmó, siendo colgado enseguida por su superior.
Dejó el celular donde estaba y se levantó, salió de la bañera y se secó con la toalla, envolviendo luego esta en su cadera para ocultar su virilidad.
—¡Gusnabo!
Salió del baño apresurado para recibir a su hermano que apenas llegaba a trabajar, consciente de lo emocionado que estaría este por contarle todo lo que haya sucedido con Volkov.
—Buenas —saludó con simpleza, viendo como Horacio se volteaba con una deslumbrante sonrisa.
—Lo siento, mi corazón le pertenece a Viktor Volkov.
Chasqueó la lengua por el comentario burlón y caminó hasta su habitación siendo seguido por el hombre de cresta. Ya allí, tomó la ropa que había dejado sobre su cama y comenzó a vestirse. Una remera desgastada verde con el logo de una banda que escuchaba durante su adolescencia, su ropa interior negra, unos pantalones de chándal grises y unos soquetes negros.
—¿Cómo te fue? El super me contó que patrullarías con Volkov.
—De eso venía a hablarte, Gus, fue el mejor día de mi vida.
El pecho de Gustabo cosquilleó en felicidad al escuchar la emoción de su hermano y se acostó sobre su cama, listo para escuchar como Horacio le contaría cada detalle con muchísima ilusión.
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Care | Intendenteplay
FanfictionGustabo se encargó toda su vida de cuidar a Horacio. Conway quiere cuidar de Gustabo. -Portada sacada de Pinterest. -Contenido sexual y fetiches. -Contenido de la pareja Volkacio y leve mención del Muertacio.