PARTE ÚNICA

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-Buenas noches padre Jeon.- Se
despidió indecisa aquella linda
muchacha de cabellos lacios y
castaños, mientras caminaba
acompañada hacía las grandes
compuertas de la Iglesia.

-Buenas noches señorita MiSuk,
que descanse.- Con un gesto
agradable y una ladeada sonrisa
despidio a la joven una vez en
puertas.

Seguro qué no quiere que me
quede con usted para cerrar la
parroquia?- Insistió por última
vez.

-No muchacha, anda ya esta
anocheciendo vuelve a casa.-
Pausó posando sus manos
entrelazadas al frente- Mucho me
has ayudado hoy cuidando a los
más pequeños durante la misa.
Confesó tranquilo para después
finalizar- Le das las buenas noches a tus padres de mi parte.

-Con usted no se puede padre, es
muy jóven pero muy gruñón.-
Haciendo un pequeño puchero
la chica se dio cuenta de sus
palabras- L-lo siento padre Jeon,
mejor me voy, que descanse.

Jungkook vio como la jóven salia
casi corriendo de su campo de
visión para después dejar de
verla.

Jeon Jungkook era un recién
sacerdote de 27 años y vivía
tranquilo en aquel pueblo que
le fue asignado para acarrear
al rebaño. Era nuevo pero
procuraba dar lo mejor de él.

A pasos lentos y cansados camino
por toda la parroquia ordenando
pequeñas cosas después de un
largo día, una vez terminó regreso
a las compuertas pero justo en el
momento que estaba por cerrarlas
volteo la vista y diviso a un joven
de cabellera roja que se acercaba
a la iglesia.

Su forma de caminar era elegante,
suave y gentil pero ante todo
seductora. Su cabellera era roja
y algo desordenada pero le hacía
lucir increíblemente bien por su
vestimenta negra y provocativa.
La estatura de este era un poco
baja y la piel de su rostro parecía
ser porcelana suave. Y ni hablar de aquellos gruesos labios rosados.

Él de cabellera negra sólo pudo
relamer sus labios inconsciente de
su propio acto ya que no apartaba
la vista de sus ojos.. Sus ojos eran
color avellana pero con la luz
de la luna llena se veían rojizos,
lo observaban como lo haría
un animal salvaje con su triste
víctima; lo cuál era cierto.

Una vez estuvo a unos metros
aquél jóven lo saludo amable pero
con voz aterciopelada -Buenas noches padre.

Y sin más entro dejando al de
ojos claros anodadado por su
acción, dejó su posición y siguió
al más bajo mientras observaba
cualquier movimiento de este.

-Buenas noches jóven, lo conozco?- Preguntó sin querer con su voz más ronca de lo normal. Qué le estaba pasando?.

El rojizo se sentó en una de
las bancas solitarias cerca del confesionario y hablo nuevamente -No, no me conoce. No soy de por aquí, me llamo Taehyung. Mucho gusto padre.- Se paro de su asiento y ofreció su mano al contrario. ÉI cual la tomo rápidamente. Estaba cayendo bajo sus encantos.

.

padre.. .Creo qué m-me gustan los
hombres.- Hablo temeroso pero
firme un Jungkook de 16 años.

-Qué?... ¡Pero que acabas
de decir Jeon Jungkook?!- Gritó
enfurecido su padre.

-Me gustan los hombres padre.

-¡No! ¡No puede ser, yo no te
eduque así!- Pausó poniendose de
rodillas- Oh Dios padre perdona
a mi hijo por sus palabras!-
Poniendose nuevamente de pié
apunto a su hijo con su dedo
indice -iTú! ¡Cómo es eso posible?!
¡De rodillas y reza a nuestro serñor! ¡Pide perdón por tus misogenas palabras!- Tomando bruscamente lo obligo a hacer lo que decía ya que este
se resignaba a aceptar.

𝐒𝐚𝐧𝐭𝐚𝐬 𝐄𝐬𝐜𝐫𝐢𝐭𝐮𝐫𝐚𝐬  | o.s kookv +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora