¿Como Es El Cielo?

One-shot basado en echos reales

Los se encontraban juntos, como todas las tardes. La de cabellos negros leía atentamente un libro mientras que el peliburdeo observaba con detenimiento algunos insectos que pasaban por allí, el campo era un lugar tranquilo y silencioso. Era un lugar hermoso.

—Hey, Tanji— dejó de hacer lo suyo para poner su atención en la ojivioleta quien no despegaba la mirada de su libro.

—¿si? ¿Qué ocurre Kanao?.

La Tsuyuri guardo silencio por algunos momentos, al final cerró su libro y observó fijamente al ojirojo.

—¿como es el cielo?— preguntó finalmente, el Kamado mayor se exaltó un poco, ¿Qué clase de pregunta era esa?, el peliburdeo guardo silencio causando más duda en la ojivioleta —¿y bien? ¿Como es el cielo?.

Seguía sin decir palabras guardando silencio y pensando... Esa era una buena pregunta, casi nadie sabía cómo era el cielo, todos aquellos que habían ido al cielo decían que era hermoso, el lugar más perfecto de la tierra, un lugar donde no había guerra, donde había paz, donde todos eran felices, oh bueno, eso era lo que muchos pensaban y decían del cielo, pero en realidad, el cielo seguía siendo un secreto y un misterio.

—Tanji~— volvió a llamar Kanao tocando el hombro de Tanjiro —¿vas a contestar mi pregunta?.

El Kamado mayor salió de sus pensamientos y observó a la pelinegra.

—¡si, si, si!— asintió para luego dejar caer su cabeza en el hombro de Tsuyuri —Bueno pues... El cielo ha de ser hermoso, pacifico y bello, supongo— explico con rapidez para luego observar a la de ojos violetas —¿porque preguntas?.

—por nada— contestó con una pequeña sonrisa en su rostro para luego volver a sumergirse en el libro.

—Shhh...— la de cabellos negros acariciaba con delicadeza los cabellos del Kamado mayor brindándole a este una sonrisa frágil —no llores.

Tanjiro estaba destrozado, no podía creer que el amor de su vida moriría en cualquier momento, quería pensar que eso era una pesadilla y que Kanao estaba bien, quería creer que Kanao no estaba muriendo poco a poco, quería creer que todo fuera un mal sueño.

—Kanao...— levantó su cabeza temblando un poco, le costaba decir las cosas, tomó la mano de su amada con fuerza —no mueras... Tienes mucho por hacer, quieres ser maestra, quieres tener hijos, quieres hacer una familia...— en esos momentos lo único que salió de su boca fueron balbuceos, la de cabellos negros tomó con delicadeza el rostro de Kamado y se seco sus lágrimas.

—lo sé... Pero, tu y yo sabíamos que esto pasaría...— la ojivioleta le extendió su dedo meñique al ojirojo —Tanji, prometeme que siempre vas a sonreír.

Guardo silencio, no estaba seguro de hacer esa clase de promesa con ella, si Kanao llegaba a morir... ¿Como se suponía que iba a sonreír de nuevo? Pero tenía que hacerlo, tenía que prometerselo, extendió su meñique también y lo entrelazo con Tsuyuri.

—L-lo prometo...

Ella sonrio otra vez, una enfermera entró al cuarto dándole a entender al Kamado que debía irse, antes de salir beso la frente de su amada y salió del lugar.

—Kanao... No vayas a dormir— susurro para luego ir a la cafetería para beber algo

Aún no lo creía, ahí estaba ella, tumbada en la cama con la piel pálida y sus ojos cerrados. Solo había ido por un café rápido y cuando volvió se encontraba con eso... Debía ser un sueño, sus suegros estaban a los costados de su camilla, cantándole y llorandole, Inosuke, su primo más cercano, el lloraba en silencio abrazándola. Tanjiro aún no lo podía creer, Kanao ya no existía, Kanao... Había dejado este mundo.

Pero por más que le doliera, forzó una sonrisa reteniendo sus lágrimas, salió del cuarto y se dirigió al patio donde levantó su mirada con las lágrimas cayendo de sus ojos.

—Kanao...— apretó sus puños para posterior abrazarse a sí mismo —Dime... ¿Como es el cielo?.

Dedicado a FR3AK_LILY mi pequeño ángel, esta historia fueron los sucesos por los cuales pasé hace unos momentos, la primera parte se sitúa en nuestra primera semana como novios, estabamos en vacaciones y ella me hizo esa pregunta, ella siempre quiso ver como era el cielo y pues... Ya lo descubrió