Park Jimin, mi nombre. A punto de ingresar a la universidad y completamente desesperado por eso. No tengo mucho dinero, y para la carrera que quiero ejercer, no alcanza. Simplemente quisiera haber nacido como aquellos chicos, hijos de padres millonarios que no se preocupan por nada.
Actualmente trabajo y mantengo una pequeña y hogareña cafetería. Era de mi abuela, así que debo sustentarla y cuidarla como ella hubiese querido, antes de que falleciera.
Mis amigos recomiendan cerrar o vender el negocio, sin embargo, no puedo, simplemente no puedo. Aquí crecí, miles de recuerdos permanecen en este lugar, odiaría que estos simplemente se esfumaran por un poco de dinero.
-¡Jimin!-. Hoseok, mi mejor amigo. Se acercaba rápidamente, con un objeto sobre su mano izquierda, insinuando ser una revista o un periódico enrollado. Este se había colocado frente a mi, tomando y soltando aire desesperadamente-. Habías dicho que, querías, es decir, trabajo, dinero, mucho, ¿no?-. Su voz se entrecortaba debido a la falta de aire que éste tenía.
Inmediatamente tomé bruscamente el periódico sobre sus manos, abriéndolo desesperadamente. Hoseok no tardó en apuntar su dedo índice hacia un anuncio bastante llamativo y elegante. Solicitaban un mesero.
Mis manos enrollaron nuevamente el ansiado periódico, y no tardaron en colocarlas debajo de la barra, guardándolo en un pequeño cajón.
-En la tarde averiguaré, por ahora debemos abrir-. Salí de la barra, pasando por la caja registradora y finalmente, dirigirme a la entrada del lugar.
Tomé el pequeño letrero que colgaba sobre la puerta de cristal, para después, girarlo causando que resaltase la señal de "open". Y finalmente, llegase la gente.
•
Aproximadamente 30 minutos habían pasado y milagrosamente la campanilla de la puerta había echo ruido. Una señora de unos 60 años junto a una joven chica habían entrado.
El peli negro no tardó en acercarse a estas una vez ya tomasen asiento.
-Hola, mi nombre es Jimin, yo les serviré el día de hoy-. Mencionó mientras les extendía unos pequeños folletos-. Volveré en un momento una vez ya viesen el menú, un gusto-. Dijo, para después hacer un reverencia y retirarse.
El peli negro sentía como lo observaban, no estaba seguro de si era aquella anciana o su acompañante, que era cinco veces más joven que ella.
-Es linda-. Dijo Hoseok en voz baja-. ¿No sentiste cuando te miraba?-. Preguntó mientras giraba su cabeza hacia Jimin, sin embargo, preparando los utensilios.
Un escalofrío recorrió el cuerpo del peli negro, haciendo que este se retorciera.
Ambos ignoraron sucedido por petición del mayor, siguiendo con sus deberes.
Jimin no tardó en dirigirse nuevamente hacia los clientes después de que le hiciesen señas.-Dos Mocca Caramel Frappuccino, por favor-. Ordenó la chica.
Jimin se limitó a tomar nota y finalmente retirarse, sin embargo, una mano le había sujetado el delantal.
-¿Sucede algo?-. Preguntó.
La chica comenzó a ruborizarse.
-Mm... tu amigo, digo, ¿me podrías dar su número?-. Dijo, tartamudeando y con un ligero rubor sobre sus mejillas. Aquella chica era muy linda, pero no el tipo de Jimin. Se miraba muy aniñada, su rostro era tan tierno que le molestaba, lo único que podría gustarle de aquella castaña era su sonrisa, similar a la de un conejo.
La sonrisa de Jimin apareció, aliviado. El peli negro era muy apuesto, estaba tan acostumbrado a que miles de chicas le pidieran su número telefónico, sin embargo, no era algo de lo que se sentía orgulloso, le agobiaba.
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GARABATOS
Fanfiction-Juro que el día en el que mueras, bailaré sobre tu tumba, Jeongyeon-. Park Jimin, un chico de 20 años, a meses de entrar a la universidad. Vive solo y trabaja en una cafetería, además de ser mesero en un lujoso restaurante, donde conoce a su peor...