Capítulo 2

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"No se como decírtelo, pero cuando te veo en la escuela provocas que mi corazón se acelere y cada día siento que te necesito un poco más"

Me pareció medio raro que escribiera eso, vi que el mensaje seguía, así que decidí continuar leyendo, cuando encontré esto:

"...De verdad te quiero Niall♥.
Lily"

 En ese preciso instante me levanté, corrí hacia mi carpeta, cuando me fijo, ahí estaba, el papel donde yo había escrito eso.YO. Se lo había mostrado a ella y le pregunte si me recomendaba dárselo, por supuesto ella me dijo que no, porque podía arruinar la amistad que yo tenía con él, pero ahora que veo esto me doy cuenta que tal vez lo dijo porque en cierto modo se lo quería quedar ella.
Gracias a que el número de teléfono de Niall era parecido al mio me había dado cuenta de lo que sentía mi mejor amiga por él. PERO POR QUÉ, ELLA SABÍA LO QUE YO SENTÍA POR ÉL.
 En ese momento rompí en llanto, apagué la computadora y cuando estaba a punto de tocar el interruptor de la luz veo que mi madre se acercaba.
Con una maniobra super rápida, apagué la luz me di la vuelta y me tapé.
Mi madre llegó a mi habitación y encendió la luz provocando que yo me "despertara" (en realidad estaba despierta pero no quería que mi mamá lo supiera), por suerte alcancé a secar mis lágrimas con la almohada, pero cuando la miré haciéndome la dormida, ella se dio cuenta, a causa de mis ojos rojos, y la cara hinchada. Yo quería que pensara que era el sueño, pero mi madre no es tonta y me conoce muy bien, por una parte yo ya sabía que ella imaginaba de alguna manera lo que estaba pasando.
Ya nada me importaba, me dormí pensando en que pasaría si Niall se enamoraba de Lily, ¿Qué pasaría con mis sentimientos?¿ y con mi vida?
Parece que exagero pero, no. Para mi él es muy especial, cuando estoy triste me hace feliz y con solo hablarme, hace que sienta mariposas en el estómago.
Desperté, me fijé la hora y eran las 9.30, la verdad me sorprendí, ya que me había ido a dormir a las 3 de la mañana, y yo jamás despertaba a esa hora si no era por un despertador.
 Me vestí, lavé mis dientes y bajé la escalera mientras me peinaba. Mi mami me preparó el desayuno y al lado dejó escrita una nota que decía que había llamado Lily cuando yo me estaba cambiando y que quería hablar conmigo urgente, que cuando pudiese la llamara.
Después de leer esto trague saliva, mordí mi tostada y disqué su número en el teléfono.


Sonaba y sonaba el teléfono y Lily no contestaba. Cuando estuve a punto de cortar, atendió.
-Amy, ¿Cómo estás?
Su voz sonaba nerviosa y como si estuviera apresurada, pero tenía que contestar porque si no ella sospecharía.
-Hola Lily, estoy bien y vos??
-Bien bien, pero te quiero preguntar algo, por alguna casualidad, no te llegó un mensaje mio a tu celular?
En ese momento me quede helada, no sabía que decir. Si le decía que si, podía arruinar nuestra amistad, así que decidí mentirle, aunque no me gustara era la mejor idea porque así podría saber más de ella si que se sintiera acosada.
-No, no he recibido ningún mensaje tuyo, acaso… ¿Me querías decir algo?
-No solo que le quise mandar un mensaje a mi madre y después no sabía a quién se lo había enviado. Nada más que eso.
-Ahh, okay, ¿Necesitabas algo más?
-No, nada más, adiós.
-Chau, que te vaya bien.
Luego de cortar la llamada, me puse a analizar lo que dijo. Ella había dicho que intentó mandarle un mensaje a su madre, pero salvo que le diga Niall a su madre, o algo por el estilo, se lo quiso enviar a Niall.
Creo que va a ser difícil querer conversar con alguien y contarle secretos, y tener que tener precaución que digo y que no, por miedo a que ella haga algo que a mí me perjudique.
Estaba en mi mundo de pensamientos y de pronto algo me sacó de ellos.
 Oí un timbrazo que casi me mata del espanto, y cuando fui a ver era Nialler, que debería hacer, no creo que pueda tratarlo igual que antes después de lo que pasó. Todo esto me había dejado dada vuelta, entonces decidí atender, después de todo que podría pasar. A lo sumo, que me pregunte porque estaba así, tan volada.
 Observé por la mirilla de la puerta y vi que se estaba llendo, casi como un impulso y sin pensarlo, abrí la puerta y grité lo más fuerte que pude como para que me escuchara.
Al terminar de gritar su nombre me tapé la boca, creo que se enteró todo el barrio de que él estuvo aquí.
Se dio la vuelta, me miro serio y no habían pasado más de tres segundos cuando empezó a reír a carcajadas y se acercó a mí.

Encuentros OportunosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora