Capítulo único

582 68 14
                                    

Todos parpadearon una, dos y tres veces antes de darse cuenta de que no era ninguna ilusión óptica. Se miraron los unos a los otros con la boca abierta, luego miraron a Sabrina y ella se encogió de hombros bastante confundida también.

— ¡Ustedes son ridículos, totalmente ridículos! —soltó la rubia al ver la perplejidad de sus compañeros.

Ella había cambiado, después de tanto tiempo había cambiado de verdad. Se sentía indignada de saber que sus compañeros no pudieran creer que tuviera pareja. Su pareja, que la tenía tomada de la mano le dio una discreta caricia en esta, para llamar su atención.

— Chloe, no es su culpa —le dijo sonriendo— ya hablamos de esto.

La rubia se sonrojo causando ternura. Bien, nadie se esperaba eso ahora si podían decir que esa chica debía ser una impostora.

— Pero Nath...

— Sin peros, anda siéntate que ya vamos a comenzar clases —cortó el pelirrojo mientras le daba un beso en la mejilla.

Bien, ahora podían decir que ambos eran unos impostores. ¿Como no creer eso? si vieron a Chloe callar sin protestar mientras se sonrojaba y a Nath ser cariñoso sin morir en el intento. La rubia asintió mientras caminaba a su asiento, el pelirrojo se sentó donde siempre, sonriendo.

Todos se preguntaban qué había sucedido, porque la rubía era la que debió de hacer algo... ¿No?


Ya era hora de irse y vieron con sorpresa, y fascinación, como Nath tomaba la mano de Chloe y se la llevaba, y ella no protestaba. Bien, ahora no sabían qué pensar. Tal vez el pelirrojo había sido el culpable y no ella.

La pareja se alejaba por la calle, juntos y sonrientes, de camino a donde los esperaba el carro que siempre buscaba a Chloe.

— Creí que querías ser discreta —dijo el pelirrojo con el ceño fruncido, aunque no estaba molesto.

— Tomé en cuenta lo que dijiste, y no me gusta como te miran las otras chicas —susurró molesta, aunque solo hacía un puchero que le parecía adorable al chico.

— Ellos van a querer explicaciones —él se había detenido a abrir la puerta del auto y ella subió susurrando un gracias, después entró él.

— Pues se las darás tú —dijo cruzándose de brazos algo irritada.

— No te molestes —susurró tomándole de la barbilla para que lo mirará— algún día se enteraran —y antes de que la rubia dijera nada le dió un pico, haciéndola sonrojar.

No dijeron más nada, pero ninguno se sentía incómodo. Estaban solo tomados de las manos cada uno mirando por su lado y aun así disfrutaban de la presencia del otro. Cuando llegaron, él bajó primero y luego Chloe con su ayuda, muy bien sabía el pelirrojo que a ella le encantaba que la trataran como princesa.

Subieron hasta el piso de la chica, donde dejaron los bolsos en la sala y se sentaron en la cocina, como siempre el almuerzo estaba esperandolos.

— Aun no puedo creer que yo te guste —susurró de forma inconsciente mirándolo, él alzó la mirada algo molesto.

— Deja de pensar así —le regañó— has cambiado y no importa si antes no eras buena, ahora eres diferente.

Elle le sonrió y él se sonrojó, aunque no se le había pasado lo molesto por el comentario. Cuando terminaron de comer él lavó los platos y ella lo observó con ternura. La rubia se levantó y le deposito un beso en el cuello antes de marcharse a cambiarse, él no volteó solo sonrió sumamente sonrojado.

Colores oro || Nathloe || One-shotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora