Capitulo 2.

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Salir del bar acompañada por kakashi no fue vergonzoso en lo absoluto, mas bien le dio cierto nivel de satisfacción y por qué no decirlo, le elevo el ego de mujer al ver la cara de la mesera observarlos desde la barra.

El aire frio de enero le pego en la cara y la hizo estremecerse un poco. Kakashi la miro algo extraño y continuo su caminata a su lado. Ambos en silencio, caminando algo juntos. Ella mantenía la vista clavada en el suelo de gravilla de la calle, incapaz de mirar a Kakashi luego de aceptar la indecente propuesta que él le había echo. Parecía algo ilógico aquella actitud luego de haberle aceptado con tan poca dificultad, pero justo ahora el poco valor que había tenido al salir del bar se le estaba escurriendo entre los dedos.

―¿Tu casa o alguna otra parte?― inquirió él cuando se encontraban frente al desierto cruce en Y que separaba las zonas residenciales de las zonas un poco mas nocturnas.

Ella trago con dificultad. Llevarlo a su casa no era una opción, sus padres estaban en un viaje de negocios, pero el simple echo de haber tenido a un hombre en su cama no la podía dejar respirar quieta cuando le tocara ver a sus padres en dos días.

―¿Qué tal tu apartamento?

Su ojo se abrió un poco mas de lo normal para luego achicarse como si estuviera meditando. Sakura se mordió el labio con nerviosismo, algo le decía que Kakashi no estaría muy de acuerdo.

―Vamos, entonces.

Y la tomo de la mano desapareciendo juntos en la nube de humo y apareciendo frente al gran edificio verde donde vivián la mayoría de los Jonin de la Hoja. Sakura no había analizado esa idea antes. Ahora se sentiría mas inquieta sabiendo que Gai podía estar haciendo ejercicio en el piso de abajo, o peor aún, Gemma podría estar escuchando al otro lado de la pared. Tomo una gran bocana de aire haciendo intentos en vano de calmarse. Y Kakashi pareció darse cuenta de ello puesto que se acerco por detrás de ella y le froto los brazos suavemente, pero solo la hiperventilación de la kunoichi.

―Entremos―le dijo al oído y la condujo escaleras arriba hasta quedar frente a una puerta color caoba en el tercer piso.

Con cada paso que daba, la pelirrosa sentía como una cadena la apretaba mas y mas y la vocesita angelical de su cabeza le decía que se arrepintiera. Y ya para ese momento realmente lo estaba considerando.

El departamento de Kakashi era realmente pequeño y bastante iluminado para la sorpresa de la kunoichi. Sala pequeña de color azul pálido, sofá verde militar y repisas de vinilo con la amplia colección de Icha-Icha. Todo en un perfecto estado de orden que la pelirrosa creyó imposible para el copy nin. Tenia que haber algo tras tan estético living.

Kakashi dejo las llaves en una de las mesitas junto un sillón y desapareció tras lo que parecía la puerta de la cocina.

―¿Deseas algo de tomar?―le dijo asomando la cabeza por la puerta.

Ella dudo un poco y se sentó con las piernas cruzadas en el sofá, respondiéndole:

―Nada alcohólico, por favor.

Y al cabo de un minuto Kakashi regresaba con un vaso de agua. La kunoichi supuso que si Hatake tenia helado en la nevera, obligatoriamente seria de ron con pasas.

Le entrego el liquido y se sentó a su lado, tranquilo a observarla beber el agua lentamente intentando retrasar todo momento.

―No suelo traer visitas a casa. No tengo dotes de anfitrión.

―Me alegra ser una excepción― murmuro con la vista centrada en las gotas de agua fría que resbalaban en el vaso.

La pelirrosa intento acomodar su cabello tras la oreja pero rápidamente sintió la mano del peliplateado posarse en la suya.

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