Por una apuesta. [□] SooKai/BinKai.

1O.

— ¿Eh? —SooBin le miró confundido, ladeando la cabeza con el ceño fruncido. Hueningkai se había separado del beso que estaban compartiendo para mirarle seriamente y preguntarle en voz baja:

— ¿Qué quieres de mí?

Parpadeó varias veces removiéndose en su regazo para acomodarse mejor, todavía sin comprender lo que quería decirle— Bueno... ahora quiero que me digas el porqué de tu repentina pregunta.

Hueningkai tomó un breve momento de silencio donde sus dedos acariciaban distraídamente la cintura de su hyung sentado sobre sus piernas. Las manos de SooBin descansaban en sus hombros y sus ojos no dejaban de mirarle con curiosidad, esperando pacientes cualquier respuesta de su parte. Una vez más las palabras de sus amigos, específicamente << salir >> y << gustar >> pasaron por su cabeza llenándole de inseguridad, ¿y si estaban equivocados? eso sería realmente vergonzoso.

— ¿Por qué... —mordió su labio desviando la mirada, cuestionándose si era buena idea realmente decirlo— ... me besas?

SooBin ladeó el rostro sintiéndose más confundido de lo que ya estaba, sus labios se curvaron ligeramente hacia abajo y su entrecejo se arrugó un poquito más. Hueningkai podía sentir la mirada fija sobre su cuerpo y eso comenzaba a ponerlo ansioso, el repentino silencio comenzaba a impacientarle. Empezó a arrepentirse de sus palabras, si no hubiese preguntado tal vez en esos momentos no se sentiría tan inseguro e incómodo por la respuesta y seguiría besándolo como hace momentos, pero la duda volvía a su cabeza y no podía evitar sentir la necesidad de saber una respuesta; ¿por qué Choi SooBin le buscaba? ¿por qué Choi SooBin querría besarlo? ¿qué quería realmente Choi SooBin de él?

— Lo hago porque me gusta hacerlo... ¿o es que a ti no te gusta?

Casi de inmediato lo miró, arrugando su frente al ver la expresión en su rostro; de pronto sus labios se habían aplanado y su mirada era de preocupación, se pronto SooBin parecía pequeño entre sus brazos.

— No es eso, es so– —fue interrumpido por un par de labios invadiendo su espacio personal. SooBin sostuvo su rostro entre sus manos, besándole despacio y con cuidado antes de separarse— no me distraigas... —a pesar de sus palabras, se inclinó para volver a besarlo, sacándole una sonrisa divertida— estás... distrayéndome... —beso— deja de hacer eso.

SooBin rió bajito al notar la mueca en su rostro y sus ojos cerrados a centímetros de él, risas que fueron ahogadas en la boca ajena. Por un momento Hueningkai se olvidó de sus inseguridades y se concentró en la sensación suave y dulce de los bonitos labios que encajaban perfectamente con los suyos junto a los dedos que se escondían en los cabellos cortos de su nuca. Mantuvo firme el agarre de sus manos alrededor de su cintura, inclinándose sobre su cuerpo hasta lograr despegar la espalda de la pared tras suyo, queriendo mantener sus cuerpos lo más cerca posible, de nuevo perdido entre los labios de Choi SooBin.