Por una apuesta. [□] SooKai/BinKai.

O1.

— Te apuesto mil wons a que no vas y le das un beso a SooBin-hyung —había dicho BeomGyu con una sonrisa traviesa sin dejar de mirar a Hueningkai.

Kai desvió sus ojos por el gran jardín trasero del instituto y buscó entre el mar de cabezas hasta encontrarlo sentado en el césped riendo animosamente con sus amigos.

— Demasiado fácil~ —palmeó el pecho del castaño y dio un paso, pero se detuvo en seco al escuchar aquella voz burlona detrás suyo.

— En la boca —TaeHyun pronunció lento, sílaba por sílaba alzando ambas cejas y sonriendo como un villano de caricatura.

BeomGyu soltó una carcajada al ver la expresión en el rostro de Hueningkai; sus ojos muy abiertos, cejas unidas, labios entre abiertos y contando también que sus mejillas se habían puesto coloradas.

— ¿Q-Qué?

— Oh vamos~ solo será un besito —TaeHyun levantó sus labios y simuló lanzar besos hacia BeomGyu quien no dejaba de reírse.

Hueningkai no podía creer lo que sus oídos habían escuchado, ¿un beso? ¿le habían retado a darle un beso al chico más lindo del instituto, al gran Choi SooBin por mil wons? el tan sólo considerar la idea era una locura, no podía simplemente ir y darle un beso, ¡eso sería la peor vergüenza de su vida! ¿qué tal si le daba asco a Choi SooBin?

— No, no, no, no —negaba con sus manos y cabeza al mismo tiempo— ¿están locos?

— Dos mil wons —ofreció BeomGyu alzando una ceja.

Le miró incrédulo, ¿de verdad le estaba ofreciendo tanto dinero por un beso?

— Dos mil quinientos wons —subió TaeHyun— y te hago las tareas de química por un mes.

Les miró muy confundido, paseando sus ojos entre sus rostros y parpadeando varias veces, esa era una muy, muy tentadora oferta ya que era malísimo con aquella materia, ¡pero seguía siendo una locura!

— Dos mil seiscientos wons, me haces las tareas por dos meses y BeomGyu-hyung me dará sus dulces.

— Hecho —sus voces se sincronizaron.

Hueningkai paso saliva, humedeció sus labios y dio media vuelta, empezando a caminar hacia los cuatro chicos que seguían riendo con fuerza. Giró a mirar a sus amigos, quienes lo alentaron agitando sus manos y sonriendo tal cual villanos.

Tres pasos.

Dos pasos.

Un paso y se encontraba frente a ellos, llamando inmediatamente la atención.

Tomó una larga bocanada de aire antes de hablar— Lo siento —murmuro antes de hincarse, cerrar los ojos con fuerza, sostener los hombros de SooBin y darle un rápido beso en sus labios— lo siento mucho.

No sabía cuál había sido su reacción ya que no se atrevió a abrir los ojos; había huido corriendo tan rápido hacia sus amigos y jalar sus brazos con brusquedad, ignorando las carcajadas llenas de burlas.

— ¡No puedo creer que en verdad lo hicieras!

— ¿¡Viste su cara!? ¡no lo superaré nunca!

— Creo que tengo nuevas fotos que enmarcar.

Sí, tenía los mejores amigos del mundo.

Y sí, quizás le había gustado aquel simple roce de labios.