Capítulo 10.

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Desde los tiempos del primer rey he servido a la familia real, juré protegerlos con mi vida vi el desastre que el odio pude generar. Contemple con mis ojos como estallaba la guerra y se perdían miles de vidas, y como la tierra se manchaba de sangre sus suelos.

La traición estuvo rondando y se vio reflejada, el mundo se fue contaminado y oscurienciendo en todo esos años de una guerra sin fin. Hasta que apareció la hija de dios que puso fin a la guerra sellando los límites a un estando del otro lado, dejó los cielos por el amor hacia el hijo del rey. Fue amada y respetada convirtiéndose en la reina del inframundo y la persona que juré proteger con los siglos pasando reuni a dos demonios más que con ellos se conformó la guardia personal del la familia real.

Con ellos protegimos a la familia y al reino, nuestra reina después de dos mil años esperaba a el primer príncipe. Ha veces el tiempo es cruel y la vida tan frágil al nacer nuestro amado príncipe, nuestra reina dejando el mundo con una hermosa sonrisa haciéndonos prometer que protegiamos a al príncipe de todos y hasta de si mismo.

Tras su partida que dejó un dolor enorme a todo el reino, y más en el rey que estaba devastado en los años que transcurrieron protegió y amo a su único hijo. Yo junto a mis compañeros demonios lo cuidamos y amamos desde que era un bebé, le enseñamos todo lo que sabemos y más. Para hacer un príncipe digno mas de lo que es y puede llegar hacer, siempre protegiéndolo de personas que le quieran hacer doño y se acerquen con otro propósito.

Tras miles de años de estar viendo nunca nadie nos preparó para esta absurda situación que ha puesto de cabeza al reino entero. Los príncipes no están han desaparecido sin dejar rastro alguno el caos se ha desatado en el castillo y en todo el reino por su desaparición.

Quien se haya atrevido a llevarse a los príncipes su sangre, será lo único que cubra la tierra no le daremos una muerte tranquila.

Los murmullos se escuchaban por todos los corredores del castillo, demonios y guardia del castillo revisaban todo el lugar, para encontrar a sus príncipes o alguna señal de ellos y su paradero

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Los murmullos se escuchaban por todos los corredores del castillo, demonios y guardia del castillo revisaban todo el lugar, para encontrar a sus príncipes o alguna señal de ellos y su paradero. En el gran salón en el trono se encontraba en rey con la mirada perdida junto con un demonio con los mismo rasgos que el y igual de abatido, tomando asiento en un trono más pequeño que en donde se encontraba sentado el Rey.

Ambos reyes querían destruir todo a su alrededor pero debían controlarse y no mostrar debilidad quien se haya llevado a sus hijos, estaría viendo y lo ocuparía a su favor. Querían y se encargarían ellos mismo de castigar aquel demonio que puso sus manos a su mayor tesoro, ambos reyes no contemplaban la posibilidad de que sus hijos hayan sido tomados por un Ángel, nadie había más que ellos que deseaban que ese odio que había desapareciera y no señalaran a un Ángel de la desesperación de sus hijos.

No había posibilidad de eso y más que una Ángel cruzara la poderosa barrera hace cientos y miles de años que no cruzaban aquel punto, podían ir al mundo humano y ver los grandes cambios que había sufrido tras todo ese tiempo y como habían evolucionado. Por esas razones no pensaban en aquel detalle si ambos reyes supieran que esa posibilidad es real ¿cómo se lo tomarían? Nunca lo sabrán no por el momento.

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