Capítulo lV: Siempre tú.

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La verdad después de un rato juntos, no hice nada por apartarlo, ni tenía la más mínima intención de hacerlo. En este momento necesitaba un abrazo, lo necesitaba a él aquí, conmigo.

Se que teníamos de mucho que hablar, pero no sé si tenía la fuerza suficiente. Yo confiaba en él, en lo que dice sentir por mi, pero ¿qué siento yo? ¿Aún es amor?

-Pequeña, habla conmigo...- me decía mientras me apartaba un poco de su lado. -...no te quedes callada-. Pero yo no podía decir ni media palabra si me seguía viendo así.

Entonces, tomé suficiente aire en mis pulmones y me puse de pie. Si quería aclara todo esto tendría que empezar poniendo distancia. Y pareciera que el entendió el mensaje porque se levantó igualmente y no hizo intento alguno por acercarse. En cambio rodeó la mesa donde se encontraba el desayuno que me había preparado y el cual no había probado, y se sentó como esperando a que hablara, y así lo hice.

-Pues si te soy sincera no se que decirte... Yo... No, tú... tú tenías todo para tenerme, todo. Tenias mis ganas, mis fuerzas, mi amor. Tenias tanto de mi, y lo más importante ¡me tenías a mi! Todo el tiempo frente a tus ojos, pero no supiste verme. Y es que no comprendía lo que sentías por mi, y en realidad me daba miedo descubrirlo, porque sabia que no era amor... Tú... tú me confundías, a veces sentía que me quieras, a veces sentía que no, y la verdad no se como le hacías, porque yo estaba queriéndote siempre. Realmente pienso que tenía los suficientes motivos para odiarte, y aún así elegía quererte...-

-Yo... creo que la verdad siempre tuve sentimientos pequeños por ti, pero tú, tú te encargaste de hacerlos gigantes. Con cada palabra, con cada mirada y cada detalle, no sé, te fuiste metiendo poco a poco dentro de mi-. Decía mientras me miraba fijamente a los ojos.

Esa mirada que me decía muchas cosas y al mismo tiempo nada. Pero así es el, y así quería que me quisiera, a su manera, aunque lo dijera poco y lo sintiera mucho.

-No se trata de eso ahora, ya no más. Ya entendí que a veces es necesario dejar de dar todo por alguien, ya sabes, esas palabras, esas miradas o detalles, para ver si ese alguien da algo por ti. Y que si en realidad me querías en tu vida, tú me pondrías en ella, yo no debería de estar luchando por un puesto... fue ahí cuando comprendí que el problema no es el poco o mucho amor que pudieras sentir por mi, el problema son las personas... Aquellas que como tú, no luchan simplemente por lo que dicen amar. Así de sencillo-.

-No tenía ni idea de que pensarás así, y tienes razón. Ahora se que me merezco cada cosa que, al contrario, has dejado de hacer por mi. Y créeme, he cambiado, estoy intentando ser la mejor versión de mi... para ti-. Ahora veía como se paraba y venia hacia a mi, pero yo aún no terminaba de decirle lo que pensaba. -Espera, aún no termino-. Dije mientras le daba la espalda. Pero como si no me hubiera escuchado, se acercó por detrás y me rodeo con sus fuertes brazos, haciendo difícil una escapatoria. -No me importa nena, he escuchado suficiente, yo sólo quiero que me dejes estar contigo-. No, no es así de fácil. Así que como pude me solté de sus brazos y lo enfrenté.

-Si te quieres quedar conmigo tienes que saber que saber que yo ya no...-

-Shh... No lo digas-. Me interrumpió poniendo un dedo sobre mis labios y me acercaba a él. -Si ya no me amas no importa cariño, yo tengo amor suficiente para los dos...- ¿Qué? ¿Pensaba que ya no lo amaba?

-Hey, hey... Te amo- le dije -nunca ame a nadie como a ti-. Mentí. La verdad nunca había amado a nadie. Todo nació allí, con nosotros dos-. Y estoy segura que si volvieras a romper mi corazón en pedacitos, yo volvería a poner cada pedazo en tus manos, y te amaría de la misma manera con cada uno de ellos. Pero... Si te vas, yo ya no voy a correr detrás de ti, ni a luchar por ti, ni mucho menos huir de ti. Estoy aquí, en el mismo lugar, tu ya sabes donde encontrarme-. Pude sentir como soltaba el aire y apretaba mas fuertes sus brazos alrededor de mi.

-Mi amor... yo también te amo. Te amo sin saber cómo, ni cuando. Te amo no por lo que fuiste o por lo que serás, te amo por lo que eres en este momento. Y jamás había amado algo con tantas ganas, con tanta fuerza, como te amo a ti. Y no importa que muchas personas entren en tu vida, yo siempre te amaré más que todas ellas-. Sentía que caería al suelo en cualquier momento si aflojaba un poco su agarre en mi cintura. -Sólo un favor... Te quiero toda para mi, no quiero compartirte con nadie, seré solo tuyo, si eres solo mía. ¿Es una promesa?-. Oh Dios... -Es una promesa-. ¿Podría ser más lindo? Con cada palabra que él decía me era más difícil respirar correctamente. -Bueno no quiero tus manos en otras manos, ni tus besos en otros labios, ¿Ok?- Si, si podría ser más lindo. -Ok-. Y me besó.

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Aquí esta el último capítulo, díganme por favor que les pareció, por favor. La verdad a mi no me gusto mucho, además de que fue muy corto. Como sea, ¡gracias a todos los que me leyeron! De verdad. -Ps. 🎀

365 brindis.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora