c=1: el regreso

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Hola soy Mason pines, pero me llaman Dipper, tengo 16 años, como sabrán hace unos veranos atrás vencimos al demonio Bill Cipher, al volver a California entramos a la secundaria, yo no cambié, bueno si lo hice, ahora soy más retraído, pero Mabel, ella se volvió ''popular'' y me molesta cada vez que puede, tanto al grado que nos tuvieran que separar de salón más de una vez, nuestros padres se hartaron de nosotros y ahora estamos de regreso a gravity falls, yo en los últimos asientos y ella en los primeros, no nos soportamos, la verdad no sé que hice para que me trate así

--ey marica! Llegamos.-dijo Mabel con su típico tono de arrogancia- trae mis-

--no llevaré tus maletas, tú lleva las tuyas -le interrumpi para luego tomar mis maletas y bajar del autobús - yo las mías.-

--ush! No sirves para nada marica!.-dijo mientras tomaba sus maletas y se bajaba del autobús- tio Stan!-dijo con una cara de ''niña buena'' entre comillas- tío Dipper me estaba molestando.

--¡Dipper no debes molestar a tu hermana!.-me grito mi tío Stan molesto-.

--eso es mentira.-dije en un susurro casi inaudible-.

--dijiste algo Dipper?.-me dijo mi tío Ford connsu seño fruncido, seguro por la mentira que le dijo mabel-.

--no dije nada tío  Ford-. Dije cabizbajo, él solo me dirigió una fría mirada y camino junto a mi tío Stan y Mabel hacía la cabaña del misterio- nunca lo hago.-susurre para mí mismo-.

--Dipper trae las maletas de Mabel.-dijo mi tío Stan viéndome por encima de su hombro sin dejar de caminar, yo solo asenti-.

Dipper

El camino a la cabaña del misterio para mí fue eterno, todos los abrazos, cumplidos y elogios fueron solo para ella, todo el camino sentí que me observaban, esa presencia se me hacía conocida, siempre que trataba de ver algo no había nada, no le di más vueltas al asunto, ya que por más que buscara, el resultado era el mismo; nada.
Finalmente llegamos a la cabaña del misterio, el tío Stan que tendríamos una habitación cada uno, algo que agradeceré eternamente, deje las maletas de Mabel en la sala y yo subo con las mías a mi habitación, al llegar, cerré la puerta con seguro y me senté en un rincón abrazando mis rodillas, empecé a llorar en silencio, era claro que a nadie le importaba como me sentía, me sentía miserable. Luego de unas horas me levanté del suelo, con los ojos rojos y me acosté en la cama, justo antes de caer dormido, escuché un susurro Pinetree abri los ojos como platos, solo una persona o demonio me llamaba así y ese era Bill Cipher, inmediatamente me levanté de la cama, me asomé a la ventana y vi que era de noche, baje las escaleras en silencio y sali de la cabaña, corrí lo más rápido que pude al bosque, me detuve al ver que estaba en el lugar donde estaba la estatua de Bill, ahí se encontraba él, con su mano extendida, aún era de piedra. - nos volvemos a encontrar Cipher... Que? Tú quieres hacer un trato? Ni que siguieras vivo! Ja! Déjame estrechar tu mano, de demonio a humano. -dije con un tono de arrogancia y luego estreche su mano.

Grave error Pinetree~

A

l momento en el que estreche su mano el viento empezó a soplar muy fuerte, la estatua de Bill se agrieto y empezó a salir una luz resplandeciente color amarillo de ella, todo a mi alrededor se tiñó de gris, al cabo de unos segundos, apareció frente a mi un chico rubio, un poco más alto que yo, con la piel morena y unos ojos color ámbar que eran tan hermosos, que me sentí hipnotizado por ellos.

--ohh vaya, al fin salí de ahí, uff.-dijo aquel chico mientras se estiraba, yo solo lo veía sorprendido-.

--quien eres!?-dije tratando de sonar imponente a pesar de la diferencia de estatura, parecía un año o dos mayor que yo-.

Bienvenido Pinetree {TERMINADA}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora