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Las oficinas de comando eran grandiosas, eran gigantes, llenas de luces verdes, prototipos y computadoras, obviamente tambien de gente capacitada para ser el cerebro de las operaciones que dia a dia cumplia su labor en tiempo y forma. Estaban ellos, decididos y organizados, que lo único que tenían que hacer era estar tecleando difíciles códigos descubriendo secretos de naciones y proteger al mundo a través de todos esos aparatos, llamemos les "héroes virtuales"
Pero al fondo de la fachada, del mismo color negro se encontraba una esférica habitación con los llamados "Heroes practicos" quienes ponían en riesgo su vida para proteger a las victimas...
Quienes en este momento se encontraban volando juntos en la novena nube, pero claro, todo lo bueno dura poco, y ahí estaba el sonido irritante del despertador sonando en una mañana fría, esa en la cual podrías estar todo el dia en la cama viendo películas invernando u haciendo nada, pero no, si ellos querían eso claramento obtendrían lo contrario.

Una delicada mano se extendió por debajo de las sabanas para ponerle fin a la aguda melodía, pero eso no significo que ella quisiera levantarse asi que introduciendo su mano en la suave manta nuevamente se acomodo para seguir con sus sueños, en la habitación nadie se inmutaba, hasta que claro escucharon el "hermoso" cantar del compañero mas artístico que se podían haber topado, el pecoso entro a la habitación, que tambien era suya, cantando y bailando su canción favorita, si sumamos su voz a el buen gusto musical, quedaríamos severamente sordos, todos se quejaron ante su llegada.
-¡Dale! ¡Dale! A tu cuerpo... alegría Macarena... -Estaba completamente fuera de ritmo y sus movimientos no eran nada apropiados para la canción, pero al menos cumplió la misión que el despertador no pudo completar. La mayoria de sus compañeros estaban ya sentados en sus camas. Un poco mareados, si habían dormido cinco minutos habría sido un milagro.
-Harry, ya cállate, ya nos levantamos -Decia un guapo asiático de rasgos perfectos, John, aunque su belleza era ya un poco opaca, llevaba ya varios años en ese negocio y las noches de desvelo los días ocupados y nada de descanso lo estaba dejando total mente fatigado, se veía un poco acabado, pero nada mal a comparación de los otros.
-Que tu cuerpo es pa' ¡DARLE! ¡DARLE! ¡DARLE! -El pecoso no dejaba de bailar.
En realidad nadie sabia cual era su objetivo pero si queria despertar al único que faltaba lo estaba consigiendo.
-¡DARLE! ¡DARLE! ¡DARLE! -El dueño de la segunda cama abrió el ojo, harto, se paro de golpe y lo agarro del cuello.
-¡Vuelve a DARLE a Macarena una ves mas y te rompo el pu...-El rebelde fue interrumpido por un cojin volador.
-¡Estoy aquí! Tarado... -Frunciendo el ceño y con los brazos cruzados , esperaba de Samuel una respuesta favorable. Este se dio la vuelta la observo y sonrio.
-¿Qué con eso? -Ella revoloteo los ojos.
-Soy una dama, no puedes venir e insultar a alguien en frente de mi, es poco ético y caballeroso al paso que vas el único con el que pasaras la vida será un gato, deberías de moldear tu carácter que cada dia que pasa no me queda ni la menor duda de que el hombre trasende del chango. -Por cada palabra que esta daba, apretaba inconsientemente a Harry quien aun tenia sujeto .
-Sa...muel-Alcanzo a alarmarlo Harry con el poco aire que le quedaba.
-Y algunas veces cuando te observo llego a la conlusion de que aun no ha evolucionado - Harry se puso morado y Sam lo azotó contra la pared lleno de cólera dejándolo libre al fin, el delgaducho se toco la garganta mientras en el suelo analizaba lo sucedido. Ahora Sam tenia completamente otro objetivo y Will que había estado viendo toda la escena junto a John se interpuso en su camino. Pero antes de que pudiera siquiera tomar aire para articular palabra sono un a alarma, mas potente que las anteriores, mas potente que el canto de Harry ,que hizo que todos llevaran sus manos a los oídos, todos habían quedado lejos del interruptor para apagar los efectos sonoros, pero por suerte llegó (y a esto podemos nombrarle el "héroe de héroes" ) El señor de la limpieza que al oir los gritos de los adolecesentes puso el fin a su sufrimiento y al mismo instante apareció un olograma.
-Buenos días muchachos, espero que mi alarma los haya despertado, soy su amigo Mark, listo para informarles que el señor Jefferson Spitz los necesita en su oficina ahora, asi que gusanos, muevan las piernas para estar ahí cuanto antes, porque les aviso, se levanto con un humor peor que el de Sam asi que no se demoren... los esperamos.
Tan pronto desapareció el olograma todos se apresuraron a arreglarse.
-Princesa, ya se porque dijiste todas esas horribles cosas-Catherine levanto una ceja- necesitabas atención-Su boca formo una O por unos instantes -Pero Cariño solo estaba jugando con Harry -Atónita sonrio, parecía con las intenciones de querer contraatacar pero esta ves seria el turno de Sam -Se que a veces sientes que te hago de lado pero nunca debes olvidar- se aproximaba a la salida-que tal vez en el día te ignore-Se quito la pieza de arriba de la pijama-Pero por las noches todo esto es tuyo -Rio sarcásticamente y luego le avento la prenda en la cara, para salir como fugitivo.
-¡Porque lo cruzas en mi camino! ¡Por que! -Decia furiosa mientras tiraba la camiceta lejos de su vista.
-Lo mismo me pregunto, todos los días de mi miserable vida a su lado.-No había ninguna emoción en la cara de Harry.

El príncipe de NebraskaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora