Mi Viaje a la Antártida

145 24 15
                                    

Era 24 de diciembre del 2019, y mi familia y yo como cada año, estábamos preparando todo para festejar la noche buena, ya teníamos el pavo listo, nuestro arbolito de navidad lucía estupendo, las luces navideñas brillaban más que nunca, también teníamos la piñata más grande del mundo!!!.

Si les soy sincero, a mí la navidad es algo que me pone de lo más feliz, todo es sonrisas, abrazos y sobre todo comida. Todo estaba preparado, comenzamos a disfrutar de la noche buena, cantamos, bailamos y por supuesto comimos el pavo, al terminar la cena salimos al patio a romper la piñata, fue algo muy entretenido, pues de la piñata salían muchos dulces y no dejábamos de lanzarnos uno encima del otro para ver quien agarraba más dulces.

Terminé realmente cansando, así que terminando los abrazos de navidad, subí a mi cuarto a dormir, honestamente no me tarde ni cinco minutos en dormir, pues apenas cerré los ojos y me quedé profundamente dormido.

Transcurrieron las horas de la noche, y todo estaba completamente normal, no ocurrió ningún acontecimiento extraño, así que tuve una noche demasiado tranquila.

Al fin amaneció, abrí un ojo con un poco de dificultad, pues me sentía algo cansado, pero cuando abrí los dos ojos me percaté de que algo era totalmente diferente, noté que mi cuarto se veía diferente, todo parecía ser de madera, y de un ambiente natural. Me levanté rápido para poder confirmar si estaba en mi casa o no, pero cuando iba a correr, apareció un ancianito de estatura baja, portaba un suéter azul y pantalonera del mismo color, de pelo blanco, y un bigote grande de color blanco, utilizaba un gorro color chicle con un pompón arriba, utilizaba guantes de color verde chicle, y tenía una gran aspiradora en la mano.

Cuando me levanté, este señor me dijo.
- Muy buenos días, mi nombre es Gale y estoy a su servicio jejeje.

Estaba realmente confundido, no entendía nada de que me estaba hablando este señor, me froté los ojos una y otra vez para confirmar que no fuese un sueño, por más que me los frotaba seguía ahí.

- Muchacho, ¿Te sientes bien?

- No, estoy confundido, ¿Dónde estoy?

- Estás en la Antártida muchacho, bienvenido a las cabañas del gran Mr.P, yo soy el encargado del mantenimiento, estoy a tu servicio jejeje.
No lo podía creer que estuviera en la Antártida, ese siempre fue mi sueño, esquiar , hacer muñecos de nieve, guerras. Yo seguía pensando que estaba soñando, esto no era posible, yo estaba realmente muy feliz. Unos momento después Gale sacó de su armario una chamarra naranja y me dijo.

- Ponte lo muchacho, me tengo que ir a trabajar rápido, sino Mr. P se va a poner muy furioso jejeje, es algo gruñón.

Me apresuré a ponerme la chamarra que me dio Gale, en cuanto me la puse salimos de su casa de inmediato. Cuando salimos de su casa, estaba estupefacto por lo que estaba viendo, pues todo se veía realmente hermoso, todo el paisaje estaba completamente blanco, los lagos estaban semi congelados, los esquiadores iban muy rápido, y los niños se divertían mucho lazándoce bolas de nieve. Si les soy sincero nunca había visto como se veía la nieve, era la primera vez que conocía como se ve la nieve.

Quince minutos después llegamos a la que parecía ser la oficina de Mr. P, su oficina era más grandes que las demás casas, aparte que contaba con decoraciones hermosas afuera. Al llegar, Gale se apresuró a tocar el timbre, pero lo que salió de esa puerta fue un pingüino, un pingüino de color azul y blanco, lucía con un traje presentable y elegante, en la cabeza tenía una campana amarilla, y en una de sus manos llevaba cargando un maletín de color rojo, tenía el seño de una manera molesta, y llevaba puesto un moño rojo.

No lo podía creer, un pingüino siendo un empresario exitoso, eso sí estaba de locos, era fantástico, el pingüino es mi animal favorito, y ahora estaba viendo uno frente a mí, Mr. P se acercó a Gale y le dijo...

- Wawawaearagsh...(enojado)

No entendí nada de lo que dijo, estaba totalmente seguro de que no había dicho absolutamente nada, pero lo que más me asombró, fue lo que Gale le respondió Si señor, ahora comenzaré a trabajar. Ven muchacho, tenemos que limpiar la nieve de las cabañas.

En seguida nos retiramos de la oficina, nos dirigimos al cuarto donde Gale tenia todas las herramientas necesarias para trabajar, sacó del cuarto dos palas, una carretilla, y en mano por supuesto tenía su gran aspiradora. Nos dirigimos a la primera cabaña, cuando llegamos tome una pala, Gale volteó hacia a mí y me dijo.

- Bueno muchacho, a empezar, que la juventud se va y ya no regresa jejeje, luego te harás una salchicha vieja como yo.

A lo que yo le contesté con alegría.

- Bueno, nunca es tarde para empezar.

Comenzamos a cavar y a hechar nieve a las carretillas, esto nos tomo al rededor de dos horas, así que ya exhausto le dije al viejo Gale que porque no usaba su aspiradora para poder terminar más rápido. A lo que el me respondió.

- Buena idea, pero.. ¿Para que sirve este botón rojo?.

Lo presionó y la aspiradora con mucha fuerza, aventó una ventisca que fue capaz de quitar la nieve de las cabañas. Gale asombrado se volteó para decirme.

- Vaya, cuarenta años trabajando para Mr. P y nunca me había dado cuenta de eso jejeje. Mi juventud se me a ido muy rápido.

Diez minutos después llega Mr. P, estaba muy contento, se le acercó a Gale y le dijo..

- eawawawaaeas (feliz)

Gale me mira con alegría con ojos llorosos y me dijo.

- Dice Mr. P que hemos hecho un gran trabajo, pero ya es tiempo de que despiertes.

- ¿Como que despertar?, ¿A caso todo este tiempo he estado soñando?.

- Creo que así es jeje, pero solo recuerda que lo que se va ya no regresa jejejej. Ahora cierra los ojos y cuando cuente tres, estarás de nuevo en tu habitación.

Procedí a cerrar los ojos para escuchar la cuenta regresiva, escuchaba suavemente la cuenta, cuando llegó a tres, abrí los ojos, pude notar que ya estaba en mi habitación, me levanté rápido para asegurarme de era real todo esto, me di cuenta de que todos estaban dormidos, lo que quiere decir que no me perdí de la navidad. Bajé a la sala, todo estaba normal, los regalos ya estaban bajo el árbol, pero cuando me asomé por la ventana noté que había algo muy extraño, muy extraño.....

Aventuras De CuarentenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora