Prólogo

2 0 0
                                    

Mi madre tuvo dos pares de gemelos, Scott y Stev mis hermanos mayores, yo, Case y mi hermano Jesse y el último Edmund. No tengo tantos recuerdos de momentos en familia, no recuerdo navidades llenas de regalos o cumpleaños con fiestas en el patio trasero. Pasaba días sin ver a mis padres y desde los doce sin ver a mis hermanos, pero cuando tuve esa edad lo entendí. Daba vueltas por la gran casa buscando a mis hermanos para jugar o al menos para no estar sola pero casi no salían a mi encuentro, tener hermanos hombres no era en absoluto malo, al contrario, todas las muñecas eran para mí, los juegos de té solo para mí y los maquillajes miniatura también solo eran para mí, además de que soy la princesa de mi padre y la única muñequita de mi madre, mis hermanos me cuidaban sobremanera y eso nunca me ha desagradado hasta que comenzaron a crecer y entonces tenía que ser yo quien los cuidara.

-¡Steeeeeev!- grité buscando a mi hermano mayor. -¡Scoooooott!- intenté con el otro pero nadie me contestaba.

-¿Qué quieres, Case?- dió Jesse la vuelta al salir de la cocina

-¿Dónde está mamá?- le pregunté

-Mamá esta misión, papá no tarda en llevarnos a Scott y a mí a la base preparativa, ustedes se quedarán con el tío Albert- Stev puso las manos en mis hombros atrás de mí. Apenas le llegaba al hombro y eso que solo nos llevábamos 2 años de diferencia, en ese momento yo tenía 10.

-¿Cuando volverán?- se acercó Jesse a mi hermano mayor

-no lo sabemos, ni siquiera queremos irnos- agregó Scott al entrar por la puerta de la cocina

-estarán bien, ¿De acuerdo?- me abrazó Stev.

Después de un rato, Derek, mi padre, se llevó a mis hermanos mayores a la base, ahí los entrenarán y educarán para que cuando crezcan sean detectives en cubierto como mis padres y en un futuro como Jesse, Edmund y yo.

El tío Albert era un militar retirado por lesiones, en una misión cayó de un helicóptero y se rompió la espina dorsal en pedazos, aunque se recuperó totalmente le otorgaron el retiro y una jugosa pensión, él era el único y hermano menor de mi padre. Al estar retirado, era el único que podía cuidar de nosotros hasta que nos fuéramos de uno en uno a las misiones o a la base preparativa. Edmund se quedaría un poco más con él al ser el más pequeño, Jesse y yo le llevamos 5 años de diferencia, así que para volver a vernos tendría que esperar esa cantidad. Cuando todos nos unieramos en la base estaríamos juntos hasta que nos separaran las misiones, a eso nos dedicabamos: misión en cubierto de todo tipo. Mi madre se dedicaba al antiterrorismo, mi padre al narcotráfico mientras que los jóvenes mientras nos hacíamos de experiencia entrábamos en narcóticos o pandillas pero el Antiterrorismo era mi meta, aunque todavía me faltaba mucho por recorrer.

El tío Albert llego justo cuando papá y mis hermanos se iban a la base preparativa, Jesse, Edmund y yo nos quedamos con él los próximos 7 meses hasta que mamá regresó. Cada que un espía, agente secreto o detective se iba de misión tenía 2 meses de reposición o como Edmund entendía, vacaciones. En este periodo que mi mamá regresó fueron los últimos recuerdos que tuve con ella, murió 5 meses después en una misión antiterrorista, habían emboscado a su tropa y todas murieron, mi madre era una SEAL W, una o varias tropas de mujeres, entrenadas para derrocar el sistema, se infiltrában y destruían todo desde el interior, mi madre había sido la mejor SEAL en toda la historia, por ella habían hecho la jerarquía SEAL COMANDO, nadie había llegado a ese nivel.

El funeral fue muy bonito aunque realmente no recuerdo mucho, a mis hermanos mayores los trajeron de la unidad preparativa, mi tío Albert y mi tía Ginger, hermana de mi madre también vinieron. Los más afectados fueron Jesse y mi padre, Edmund casi no tuvo mucho apego, Stev y Scott se refugiaron conmigo, no había mucho que superar no teníamos demasiado contacto con ella pero la herida estaba ahí después de todo.

Los West: Case W.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora