Prólogo

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La luz de la luna siempre me ha gustado, he escuchado a algunos seres decir que su luz es fría. A mi no me lo parece, de hecho me resulta cálida, enigmática... Lleva a los amantes a conocerse, te guía en la obscuridad...

A veces me pregunto ¿A dónde me guía a mí? ¿Estoy siguiendo realmente un camino? Realmente no lo sé... Creo que lo único que me gustaría es que guíe mi alma al lugar donde está él. Si es que hay un lugar... 

Jamás me he puesto a pensar a dónde van las almas cuando sus cuerpos físicos mueren. Cuando era niña mi madre decía que se volvían polvo de estrellas y se hacían uno con el universo.

Sin embargo, eran cuentos, historias para hacer dormir a una niña. Ahora esa niña esta aun paso de dormir para siempre, o al menos eso espero. Espero que esto si me mate, si no es así, supongo que seguiré vagando hasta encontrar la forma de morir, una vida cotidiana o normal no existe para mí, aunque debo admitir, que aún tengo varias preguntas que pasan por mi mente, ¿Realmente mi familia esta muerta? ¿Si están vivos en dónde están? ¿Por qué no me han buscado? ¿O es que me han buscado pero no hemos coincidido? ¿Se sentirían mal si vieran en lo que me he convertido? ¿Ellos vivirían con un monstruo como yo? ¿Quién soy realmente o quién fui? ¿Las almas reencarnan? Como sea, estoy cerca de la muerte, no debería importarme ya nada, debería dejar ir esas preguntas absurdas y sólo entregarme a la muerte.

ElektraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora