Han pasado catorce días desde que me trajeron al calabozo, desde entonces he comido pan rancio y un poco de agua, sólo lo necesario, no quieren que muera, quieren que la gente me vea morir. Después de todo deben dar un buen espectáculo y hacerle creer a las personas que soy un monstruo que se comerá a sus hijos.
Así justificarán el por qué mate a su gobernador y lo harán un mártir y un héroe, y yo seguiré siendo el monstruo de siempre.
Sin embargo, no estoy asustada, en realidad estoy curiosa, otras veces me han sentenciado a muerte y he seguido viva, no sé por qué no puedo morir, quizás es por lo que me hicieron... Aunque mis recuerdos de eso siguen siendo borrosos...
Cierro los ojos, y dejó que la brisa nocturna me envuelva, faltan unas cuántas horas para morir otra vez y lo único que quiero es un poco de tranquilidad antes de que esos estúpidos pueblerinos empiecen con sus gritos. Abro los ojos y me volteo hacia la luz de luna, hoy es llena, la primera noche de luna llena y no puedo evitar pensar en mis compañeros asesinados de manera injusta... Si mañana llego a morir, al menos tendré la satisfacción de que maté a la mayoría de los idiotas que nos usaron y desecharon... Suspiro y limpio la única lágrima que sale de mí.
Sigo observando la luna cuando escucho que la puerta que lleva a las celdas se abre, mis sentidos se ponen en alerta, algo anda mal, se supone que los guardias vendrán al amanecer. Me quedo dónde estoy, y agudizo mi oído, sé que alguien viene pero sus pasos son apenas perceptibles. Llega a mi celda, y noto que su olor no es de alguien de aquí, pero por alguna razón me parece familiar y no sé porque.
-Al fin te encontré- la voz cálida me desconcierta, es de una mujer - te he estado buscando por mucho tiempo, te ayudaré a salir de aquí y juntas...
-¿Juntas qué?-contestó con amargura.
-Podemos irnos- dice suavemente, me río de ella.
-Irnos... ¿Y qué te hace creer que yo quiero irme contigo, acaso no sabés quién soy y por qué estoy aquí?
-Lo sé, sé quién eres, y lo que sea que hayas hecho, debiste hacerlo por un motivo.
Me volteó hacia ella y me acercó en un parpadeo a los barrotes, pero los grilletes me detienen. Ella no parece asustarse, así que no miente al decir que sabe quién soy.
-¿Qué es lo qué quieres?
-Liberarte, ya te lo dije.
- ¿No me tienes miedo?- observo su rostro esta sereno.
-No
-Podría matarte- ella me mira de una forma que me incómoda, hay calidez y cariño en ella.
-Pero no lo harás- me alejo de las barras y muestro los grilletes.
-Bien, puedes intentar liberarme entonces - ella sonríe y escucho otros pasos venir hacia nosotras.
Llegan dos chicos, su apariencia es similar, gemelos. Uno de ellos me mira de forma desconfiada, mientras que el otro tiene la misma mirada que la chica, me causa escalofríos.
El chico de la mirada dulce abre la puerta la celda y de inmediato entra su hermano. Quita los grilletes y por sus movimientos es obvio que esto lo tenían planeado ya que usa las llaves de los guardias, y afuera no se escucha la ronda habitual. Me hace pensar que quieren liberarme para usarme como arma, si no, no lo habrían planeado tan bien y sus miradas son sólo una pantalla para creer en ellos.
Una vez que los grilletes caen, notó que el otro chico no está, así que pateó al de la mirada desconfiada y le sacó el aire, aprovecho para salir corriendo de ahí, la chica intenta atraparme pero logró esquivarla y corro a la salida. No dejaré que me vuelvan a usar, y aún debo vengar a mis compañeros.
Al salir del calabozo, veo al chico de mirada dulce cerca de mi, al notar que estoy sola, su mirada se vuelve de alerta y yo echó a correr lo más rápido que puedo pero me es imposible canalizar mi energía e ir más rápido, ahora me arrepiento de haber usado mi velocidad en las celdas.
Mientras corro escuchó una explosión y la trompeta de uno de los guardias suena, alertando a todos, maldigo. Me detengo para analizar mis vías de escapé, pero al hacerlo alguien me atrapa. Es uno de los guardias que me capturó, me jala del brazo y me toma por el cuello, tomó su brazo y le clavo mis uñas, él me golpea en la cara, mi vista se nubla, estoy más débil de lo que pensé, pero no lo suelto, y desgarro su brazo con la poca fuerza que tengo, caigo al suelo, escucho sus gritos de dolor y maldiciones. Mi vista y mis sentidos se aclaran, me levanto y vuelvo a correr, mas chocó con alguien.
-Aquí estás- es el chico desconfiado, está molesto, veo que va a atraparme, me hago para atrás y le suelto una patada, él no logra esquivarla y yo aprovecho para correr, pero él es rápido y toma mi mano, me giro y veo que uno de los guardias trae un ballesta, y sé que trae veneno, le está apuntando al chico y sin pensarlo cuando la flecha sale disparada me pongo en frente de él y me da en el hombro derecho, de inmediato el veneno corre por mi cuerpo, mis piernas no me responden y caigo al suelo, mi vista se pone borrosa, mas veo a la chica y a otro hombre, el hombre se ve preocupado.
-Estrellita roja, resiste... Te salvaremos... - salvarme... ¿Por qué alguien querría salvarme?
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Elektra
FantasíaLa muerte nunca ha sido un problema para Elektra... de hecho es algo que busca. Ella sabe que es algo natural y tarde o temprano a todos les toca. Lo que no espera y tampoco buscaba es ser salvada la madrugada antes de su sentencia: ser degollada. ...