Magia y celos

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Merlin estaba tan enojado tanto que podía sentir su magia por todo su cuerpo.

"¿Debo preguntar?."

Gaius como siempre tenía una ceja levantada al observar a Merlin como si supiera que esta metido en otro problema.

"¿Quiere saber?."

Merlin dijo entre su habitual sarcasmo y algo molesto.

"No me digas ¿Es Arturo?."

Gaius le dio un poco de sopa a Merlin y este hizo una mueca.

"No lo entiendo, Gaius. Esta todo bien. No han llegado hechiceras ni tipos queriendo matar a Arturo pero el tonto real se comporta más como un patan como cuando apenas había llegado a Camelot."

Merlin movía la cuchara de su sopa con enojo.

"Si alguien llega con la intención de matar a Arturo yo mismo los ayudaré."

Gaius empezó a reír fuertemente. Merlin podía estar enojado con Arturo pero sabía que esas palabras eran mentiras.

"Eso dices pero eres el primero en ponerse de escudo para salvar al príncipe."

Merlin se sonrojo. Eso había sido un reflejo que lo había convertido en el sirviente del príncipe. Vaya mala suerte.

"¿De qué lado está?."

Merlin frunció el ceño y luego miro a Gaius con sus ojos entrecerrados y con una sonrisa boba típica de Merlin.

"No sé si eres muy ajeno a lo que está pasando o simplemente eres muy bobo."

Gaius rodó los ojos y luego empezó a comer escuchando las quejas de Merlin.

Mientras Arturo había prohibido a sus caballeros entrar a la habitación de Merlin. Lancelot y Gwaine no estaban convencidos de "Las normas reales." Pero al parecer Arturo estaba contento de que le hicieran por fin caso. Claro que no contó que sus caballeros fueran a decirle a Merlin sobre su prohibición real.

"¿Qué hizo qué?."

Merlin se quedo boquiabierto. Arturo parecía un niño mimado. No, realmente era un niño mimado, patan y grosero.

"Nos dijo que no debíamos acercarnos a ti cuando estes haciendo tus tareas."

Gwaine dijo haciendo una cara de cachorrillo mientras abrazaba por el cuello a Merlin.

"También que no podías entrar a nuestras habitaciones ni nosotros a la tuya."

Lancelot también abrazo a Merlin. Merlin empezó a reír en medio de aquellos dos. Eran como sus pequeños bebés o cachorrillos.

"Bueno pero todavía podemos ir a la cantina ¿Cierto?."

Merlin sonrío traviesamente y ambos caballeros empezaron a reír por aquel movimiento de cejas de su Merlin.

Estaban escondidos en la cocina pero Arturo siempre andaba merodeando el castillo para ver si su torpe sirviente no está vagando o durmiendo por ahí. Los dientes de Arturo rechinaban. El príncipe sabía que Merlin era un alcholico pero no sabía que iba a emborracharse con sus caballeros. Lo peor es que estaba ahí observando de lejos como Merlin abrazaba a Lancelot y a Gwaine.

"Chicos me tengo que ir a dejarle el desayuno a Arturo."

Merlin vio como una señora de la cocina lo miraba con el ceño fruncido mientras sostenía el desayuno del príncipe. ¿Porqué Merlin no podía pasar sus días en medio de los abrazos de Lancelot y Gwaine?.

"No te metas en problemas."

Lancelot le sacudió el cabello rebelde de Merlin haciendo que este empezara a reír.

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