Purple Tears; YoonMin/윤민

✿| Love in the rain

Mientras miraba la forma en que las gotas de lluvia caían y mojaban todo a su paso, pensó en si de verdad había alguien que haya tenido una experiencia romántica bajo el cielo gris, lo dudaba, no encontraba una forma certera en la que un chico misterioso llegará y le ofreciera su paraguas para evitar que se mojara, ¿Quién jodidos hacía eso? Debía ser muy humanitario como para regalar un objeto que, además que lo cubría de la lluvia, también le había hecho gastar sus varios wons para obtenerlo.

Bufó y rodó sus ojos a la nada.

Soltó un suspiro bajo cuando notó las luces de su transporte a una solas cuadras. Se abrazó así mismo y tomó fuerte el objeto de metal entre sus manos.

Pero como si una entidad del más allá lo haya abducido, miró a su derecha entre lo nublado del día. Ahí, con una chaqueta sintética que se pegaba a su cuerpo, estaba el chico más atractivo que haya visto alguna vez. ¡Tenía que ser una broma!.

Cómo era posible que alguien se viese tan bien con el cabello empapado y la ropa goteando por doquier, le vió pasar una de sus manos entre los cabellos que se pegaban a su frente y sólo pudo aguantar la respiración ante lo sexi que el acto le pareció. El chico de cabellera negra y piel pálida estaba agachado en su eje, mientras sus manos maniobraban en su motocicleta al parecer descompuesta. La lluvia estaba convirtiéndose en un torrencial aguacero y JiMin pensó en si era el cielo cobrándole sus estúpidos pensamientos.

Mordió su labio inferior y dió una rápida mirada a su transporte que estaba estacionado ante el semáforo en rojo.

Ni siquiera lo pensó mucho, solo se puso sobre sus pies y caminó la distancia que lo separaba del chico en apuros, extendió su paraguas y se paró justo al lado del desconocido. Su transporte pasó frente a sus ojos y él maldijo porque hace unos segundos el semáforo aún estaba en rojo y el autobús aún estaba a dos cuadras.

Suspiró mientras lo miraba alejarse para luego bajar su vista hacia el chico atractivo.

—Hola —sonrió al dar con los ojos felinos del chico— mhm.. te ví en apuros —Se excusó como si estuviera cometiendo un delito.

—Gracias —pronunció con una voz grave que hizo debilitar las piernas del jóven rubio— me ha estado fallando desde hace un par de días, creo que es tiempo de repararla.

Sonrió y JiMin trató de no chillar ahí mismo.

—Es muy bonita —comentó antes de que el silencio gobernará entre ellos. Mordió su labio inferior y pensó en si debía quedarse ahí. En ese momento se odio por no haber leído correctamente esa escena tan cliché en los libros.

—Gracias, trato de mantenerla así, aunque los años la han maltratado —elevó sus labios en una sonrisa— ¿No era ese tu transporte? —cuestionó posando su vista a la calle ahora desolada.

—Lo era —soltó una risita incómoda.

El pelinegro asintió a la nada y volvió su vista hacia su moto. JiMin le vió en silencio durante diez minutos -pudo intuir- estaba dudando en que debía hacer. Mordió su labio inferior y tanteó con su mano desocupada su bolsillo derecho.

Suspiró cuando encontró dinero, esperaba que fuera lo suficiente como para pagarse un taxi. Estaba pensando en eso cuando la figura del chico se levantó de dónde estaba, fue en un movimiento certero que el desconocido terminó tomando el paraguas y apresando de paso su mano, JiMin tragó en seco al sentir la palma cubrir por completo su dorso, sus alturas eran similares pero aún así algo en aquel chico le hacía sentirse pequeño.

—Tu casa —le escuchó decir más él estaba perdido en los profundos ojos del pelinegro.

—¿Mm? —siseó desconcentrado— ¿Q..qué hay con mi casa?