Capitulo 3

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Damian había dormido en el sofá, los hechos de la noche lo habían dejado un poco extraño, ya que no podía sacarse de la cabeza esa imagen de Raven, e insultandose así mismo por pensar en ello. Así que decidió ir a entrenar, pero desafortunadamente no encontraba su Katana, el la dejaba en el mismo lugar de siempre, la busco por todos lados pero no la encontraba en ningún lado, fue que por un momento se le pasó por la mente quien se la pudo haber escondido. "Claro de seguro lo hizo por lo de ayer" dijo yendo hacia la recámara de Rachel que aún seguía dormida.
—Raven, Raven, se que tienes mi Katana, exijo que me la entregues- la sacudió levemente no quería otra vez hacer lo mismo y que otra imagen se plasmará en su cabeza.
—Dejame Damian, yo no tengo nada, largo- dijo la chica intentando cubrirse con la cobija su cabeza pero el no la dejo.
—Dame la Katana- alzó la voz.
—Ya te dije que nosé, déjame dormir- protestó.
—No me iré de aquí hasta que me la des- mencionó sentándose alado de ella, Raven se incómodo por su cercanía, decidió sentarse y cruzarse de brazos, volteó a verlo para ver su cara de enojo e intentado no reír.
—Ya largo, no tengo la culpa que tengas mala memoria- le dijo, él la miró desafiante.
—Bueno como veo que no me la quieres dar, tendré que ocupar otra cosa para entrenar.
—¿De que hablas…ahhhh- Damian había quitado las cobijas y alzó a Rachel para sacarla de la casa, ella pataleo por safarze de su agarre pero fue inútil ante la fuerza de su compañero quien la había tirado en la nieve, ella se tapo como pudo pensando que la dejaría afuera pero el sólo se puso delante de ella.
—Como no tengo mi Katana creo tu serás mi entrenamiento Rachel, peleemos- dijo poniéndose en posición de pelea impresionando a Raven quien apenas y pudo levantarse por lo helado.
—¿Qué? Yo no haré eso- dijo intentando irse pero el la detuvo.
—¿Acaso tienes miedo?
—Yo no tengo miedo, mucho menos a ti.
—Entonces, anda niña bruja- la reto, ella por supuesto no iba a quedar como una cobarde, ocupo un poco de su magia para que tuviera el uniforme puesto. Damian sonrió y se acercó a ella como una fiera, ella lo detuvo con su magia.
—Oh vamos, no puedes utilizar magia, hazlo con tu cuerpo- dijo, ella respiro profundo había tenido varios entrenamientos pero sus compañeros nunca eran tan rudos, por lo que llevo sentir algo de nervios que obvio se aguanto en demostrar.
Nuevamente las aves se pusieron en posición de pelea y se acercaron, Raven logró esquivar un puñetazo de Damian pero el había aprovechado esa distracción para moverle el pie y tirarla al suelo, el se alejo y sonrió ganándose más el enojo de la demonesa quien se paró rápido y fue hacia él intentando darle un golpe pero para desgracia su compañero era más rápido y logró esquivar sus golpes con mucha facilidad, en un movimiento de suerte logro darle un puñetazo en el estómago haciéndose que se quejara levemente, pero el logro le duro poco cuando él la tomó de los brazos e intento tirarla, pero la chica puso toda su fuerza porque no lo logrará impresionando al joven maravilla por su resistencia, ella logro enrollar sus piernas en las suyas para soporte pero no pudo más y dejo caerse sin darse cuenta que sus piernas había n traído las de Damian haciendo que el cayera con ella, pero ella no se rindió y siguió peleando en el suelo pero él la agarró de las dos manos y las llevo a su cabeza. Había ganado.
—Esperaba más de ti Raven- sonrió de lado.-Nunca podrás vencerme.
A la zafiro le ardían las venas al ver a Damian victorioso, tanto que decidió ocupar su magia y mandarlo junto con su Katana lejos de ella.
—¿Porqué sonríes?- dijo Damian curioso.
—Esto aún no termina, no me importa si ocupo mi magia te demostraré que puedo hacer- dijo desafiante.
—Intentalo, tengo completamente agarradas tus manos.
—Eso no importa- sonrió el frunció el ceño y vio como ella habría la boca y comenzaba a pronunciar unas palabras que ya había escuchado antes en las misiones con los titanes
"No me puede ganar así, demonios tengo ambas manos en las suyas, no lo puedo permitir" pensó.
Raven estaba apunto de terminar aquel hechizo cuando sintió los labios de Damian en los suyos impidiendo que terminara, intento mover su cabeza para decir su hechizo pero el nuevamente la cubrió con boca, "no dejaré que lo hagas" le susurro en sus labios. "Damian me estás besando" dijo con dificultad. "Eso no es besar, solo estoy apretando mis labios con los tuyos" dijo apretandolos con más fuerza. Entonces se le ocurrió una idea descabellada en su cabeza para qué el la dejará.
"Si muevo mis labios tal vez se quite por mi acción y por fin pueda mandarlo muy lejos" pensó cerrando los ojos, sabía que si lo veía le daría pena y lo dejaría de hacer haciendo que el ganará.
Así que empezó a mover sus labios en la boca de Damian, el al instante se dio cuenta por la acción y subió su mirada para observarla pero ella solo tenia los ojos cerrados, intento no responder pero la demonesa se adueñó de su labio inferior al primer descuido de su compañero, el no se explicaba lo que pasaba y no podía soportarlo que incluso llego a olvidar  lo anterior y solo dejarse llevar por lo que su cuerpo le pedía, veía pequeñas sonrisas en ella en cada delicado movimiento de su labio y fue cuándo  se dio cuenta de su juego, lo hacía para de alguna manera alejarlo y así conjurar su hechizo. "Muy lista" "Pero por supuesto no te lo permitiré"
Así que decidió seguir su juego. "Haber quien se cansa más rápido Rachel"
Y los movimientos delicados de Raven hacia el se habían convertidos en movimientos feroces por parte de él, ella abrió los ojos por el acto, por supuesto no se esperaba eso, pero su orgullo aún no terminaría y ella ganaría porqué así lo quería, aparte que había sido su idea de la que Damian logro adivinar, pero no permitiría que ella cayera en su propia trampa, y empezó a contestar de la misma manera.

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