Cap. 1 Vol. 1: Al parecer la prueba de canceló

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Tic, toc, tic, toc, tic, toc. ...

- [frustrado] (Mierda, no me importa quien le allá puesto pilas a ese viejo reloj de pared, solo se que odio ese maldito reloj por recordarme cada segundo perdido de la prueba para la que no me prepare lo suficiente).
Dice mentalmente Jonathan mientras Jonathan mientras intenta contestar dicha prueba de matemáticas.

Tic, toc, tic, toc, tic, toc. ...

- (¡MIERDA!).

Gritó mentalmente.

Segundos después Jonathan mira disimuladamente hacia atrás.

Al fondo de la sala de clases, se encontraban 4 chicas Catalina Siegman, la hermana de Jonathan, una chica caucásica de un metro sesenta de alto, su cabello rubio llega hasta su cintura y sus ojos son de color avellana. Ella se encontraba en compañía de tres chicas, sus amigas, Javiera Vasquez, Fernanda Soto y Carla Martínez, las cuatro son amigas desde que llegamos en 1ro medio. No lo voy a negar, las tres están de muy buen ver, pero más allá de eso no destacan, de hecho, me sorprende como no han repetido hasta ahora, igual y se las ingenian para conseguir la materia con algún pobre diablo de este u otro curso.

- (Ja, era de esperarse, mi estúpida hermana no hace nada más que pintarse las uñas en lugar de aprovechar todo el tiempo que nos queda, hay está, sentada al fondo de la sala de clases, con su grupito de chicas fresas las cuales aún no comprendo, después de media hora, ¿como no han llamado la atención del profesor?).

Pr. Salazar: Señoritas Siegman, Martinez, Soto y Vasquez, casi comprendo la importancia de tener las uñas pintadas y un maquillaje meticulosamente aplicado, pero este no es el momento ni el lugar.

Dice el profesor Carlos Salazar en voz ligeramente alta desde su escritorio y sin despegar la mirada de su computador portátil.

Catalina: Pero profesor, solo unos minutos más y hago la prueba.

Fernanda: Si, profesor, esto es importante.

Javiera: Altiro empezamos la prueba, solo unos minutos...

Se puede escuchar al fondo del salón como el grupo de chicas avientan comentarios sin valor al profesor, quien rápidamente las interrumpe y firmemente les dice:

Pr. Zalazar: ¡No! Nada de peros, solo les queda una hora para entregar la prueba y de seguro no han puesto ni siquiera sus nombres, hagan la prueba ahora o llamaré a sus apoderados para decirles que sus hijas están aún más serca de repetir este año.

Después de que el profesor Carlos Salazar las regaña, ellas se quedan en silencio y comienzan a rellenar la prueba.

Jajajajaja...

Se escucha de fondo en la sala.

Algunos de mis compañeros se rien, pero rápidamente se callan para lo ser regañados también por el profesor.

Tic, toc, tic, toc, tic, toc. ...

La verdad, no se con que cara el profesor les dice eso a mi hermana y compañeras, si desde donde me encuentro, osea, en primera fila y al lado de la puerta, puedo ver con facilidad que el profesor, quien se encuentra al lado opuesto junto a la ventana, está con las manos encima de los botones Z y X y flechas de su portátil, está más que claro que otra ves está jugando un juego retro, como Pokémon, o yo que se.

Tic, toc, tic, toc, tic, toc. ...

Regreso mi mirada a la prueba, no tengo ninguna chance de terminarla, después de todo las matemáticas no se me dan muy bien, *suspiro*.

Tic, toc, tic, toc.

El reloj se detuvo.

- ¿Qué?

Otra historia de otro mundo [Prueba]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora