No solo una mujer

Capitulo 1

Me instalé en mi lugar favorito en la cubierta con un bostezo, moviendo mis hombros hasta encontrar el ángulo correcto. Alguien (¿Usopp?) Había cortado la hierba mientras yo estaba en el entrenamiento de nidos porque la hierba estaba más espinosa de lo que había estado y olía a sandía recién cortada. Me gustó el aroma y una sonrisa inconscientemente tiró de mi boca cuando cerré los ojos. Mm, con el sol calentando agradablemente mi piel y la familiaridad del ligero balanceo de Sunny arrullando mi sueño, fue perfecto para una na…

Me puse de pie en el siguiente segundo, espadas temporalmente abandonadas en la hierba. Ese suave y sobresaltado grito no había sido fuerte, pero el instinto me hizo moverme antes de que realmente pudiera analizarlo. Había recorrido un gran paso hacia la parte trasera de la nave antes de darme cuenta de cuál era el peligro.

Robin se estaba cayendo.

Tenía la espalda hacia el suelo, los brazos y las piernas hacia arriba cuando la gravedad la succionó rápidamente hacia la cubierta. Tenía los brazos cruzados, como para activar su habilidad Fruta del Diablo, pero sabía que no lo lograría a tiempo.

Puse más fuerza en mis piernas, impulsándome hacia adelante más rápido, y extendí mis brazos hasta su límite absoluto. ¡Por favor, hazlo a tiempo!

En el siguiente segundo mis manos se doblaron alrededor de su cuerpo, los brazos acunaban su peso. Estirado como estaba, se sintió más que incómodo atraparla así e instintivamente la acerqué a mi pecho de manera protectora, mi torso se dobló sobre el de ella. El impulso y el ángulo me pusieron de rodillas y me deslicé sobre la hierba, sintiendo su jadeo ante el impacto contra mi pecho.

Por un segundo, me arrodillé allí, respirando. Mi corazón latía con fuerza en mis oídos, casi tan fuerte como cuando me preparé para luchar contra un oponente muy duro. Eso ... eso había sido más que aterrador. Verla dirigirse de cabeza al suelo de esa manera. Ella no se movió ni dijo nada y sentí otro destello de miedo corriendo por mi columna vertebral. La había atrapado bien, ¿no? ¿No estaba herida de alguna manera? Levanté un poco la cabeza, dándole espacio para respirar, y le pregunté: "¿Estás bien?"

Ella me miró con los ojos muy abiertos, su mano apretada en mi camisa, como si no pudiera creer lo que acababa de pasar. Su boca se movió una vez, sin hacer ruido, luego se las arregló, "E-estoy bien. Gracias, Zoro-san".

"¡Oi, Marimo! La atrapaste correctamente, ¿verdad?" El idiota cocinero del amor exigió desde la barandilla de arriba. "Ella no está herida, ¿verdad?"

Lo ignoré, generalmente lo hago, y en su lugar me levanté, poniéndonos a ambos de nuevo en pie. "¿Que pasó?" Yo le pregunte a ella.

"Solo un accidente", me aseguró con esa sonrisa tranquila que solía tener. Estaba seguro de que era una máscara para cubrir sus latidos acelerados. "Estaba pasando por la cocina justo cuando Sanji-san salió con una gran bandeja".

Entonces, en otras palabras, el idiota la había tirado por la barandilla. Me giré para mirarlo. "¡Idiota, podría haberse lastimado gravemente por tu descuido!"

Por una fracción de segundo pareció sinceramente arrepentido por eso. Su sentido de la caballería, o lo que fuera, probablemente lo estaba molestando ahora. Pero no duró más de un momento antes de que se lanzara sobre la barandilla, aterrizando pulcramente frente a Robin, y comenzara a desmayarse a sus pies y prometiera no permitirle nunca más enfrentar ese peligro.

Puse los ojos en blanco, rezando por paciencia. Robin, acostumbrado a sus travesuras, le sonrió y le aseguró que todo estaba bien. Eso solo lo animó, y comenzó de nuevo, ya que parecía pensar que debería haber sido él quien la atrapara. Eso habría sido un buen truco, en realidad, hacerla caer y luego atraparla en el suelo al mismo tiempo.