Lulú era niña de bajos recursos, pero con una imaginación enorme, a pesar de la forma en que vivía nunca se quejaba, era agradecida por lo que tenía.
Un día Lulú fue al mercado más cercano de su hogar por unos frijoles.. De pronto, muchas mariposas salen de unas plantas. Lulú sintió curiosidad y se acercó, exclamo ¡Que bellas maripositas!, un poco más al fondo se podía visualizar un árbol muy grande, con un color peculiar, Lulú sorprendida grito muy emocionada: Es un árbol de color lila!.
En un abrir y cerrar de ojos, Lulú ya se encontraba debajo del gran árbol, ese árbol guardaba algo muy especial, de pronto empezó a llover, Lulú fue de prisa a su hogar.
Mamá de Lulú- ¿Y los frijoles?
Lulú- ¡Lo siento mamá los olvide!
Esa noche por el descuido de Lulú, la cena fue tan solo un pan duro con una agua de panela.
Al día siguiente Lulú le pidió permiso a su mamá para ir al jardín, la mamá le concedió el permiso .
Mamá de Lulú -¡Vuelves pronto!
Lulú-¡Si mamá!
Lulú muy decidida en descubrir, que secretos guardaba ese árbol, en el transcurso del camino Lulú se imaginaba que en ese árbol existían, "elfos con grandes orejas o algo mucho mejor como una puerta mágica" su imaginación volaba.
Buscando la manera de trepar al árbol, se dio cuenta que no podía, se puso triste y solo se sentó a un costado del árbol. Sin más que hacer se puso a cantar, de pronto unos puntitos muy brillosos descienden del gran árbol. Eran hadas, hadas mágicas.
Lulú se puso de pie rápidamente, un hada le pregunto -¿Por qué estás triste?, Lulú aún fuera de si por lo que estaba observando, no dio respuesta alguna, el hada volvió a preguntar -¿Por qué te encuentras triste?, Lulú esta ves si respondió, ¡Porque no pude trepar el árbol!
El hada pregunto, ¿Cómo te llamas?
Lulú -¡Lulú, Lulú es mi nombre!
El hada replicó, puedes levantar tus brazos, Lulú solo lo hizo, el hada procedió a derramar un polvo muy brillante, de pronto Lulú se encontraba flotando.
Lulú envuelta en muchas emociones “nervios, felicidad” réplica ¡Que me está pasando!, Estás volando respondió el hada.
Ese día fue mágico, Lulú lo disfruto mucho, vio a su alrededor y ya estaba por oscurecer, se despidió y dijo que volvería.
Camino a casa una señora se acercó a Lulú. - Niña puedes llevar estos pantalones a tu mamá, ella sabe lo que tiene que hacer-, está bien señora respondió Lulú.
Al llegar a casa la mamá de Lulú le regaño por regresar tarde a casa, la castigo una semana sin poder salir de casa. Fueron a descansar, al día siguiente cuando se despertaron observaron que todo el patio estaba cubierto de cenizas, no sabían que había pasado, como no tenían televisor no podían informarse, una vecina pasaba por el lugar y le contó que el volcán más cercano al pueblo había hecho explosión en la madrugada.
La mamá de Lulú se puso a limpiar todo el patio, y Lulú se encontraba en su cuarto pensando en que haría con el hada cuando por fin su mamá le levantará el castigo.
Ese día muy esperado llegó.
-¡Hoy es el día!-
Muy feliz Lulú replicó.
Lulú ya se encontraba camino al gran árbol, el hada la estaba esperando con sorpresas nuevas. El hada llevo a Lulú a la copa del árbol, entonces muchas hadas bebés estaban saliendo de muchas flores, fue un espectáculo para la vista de Lulú.
Lulú fue creciendo, pero todos los días iba a visitar a las hadas.
La mamá de Lulú le comunico que se cambiarían de pueblo, porque había encontrado un trabajo en un taller de costura en ese entonces Lulú tenía 14 años, Lulú no quería abandonar a sus amigas las hadas por lo que dijo: ¡mamá me puedo quedar a vivir en el pueblo que nací, puedo visitarte todos los fines de semana!. La mamá de Lulú enojada respondió: no aún eres una niña para poder vivir sola! además no tengo mucho dinero para pagar el arriendo de dos casas.
Lulú resignada fue a despedirse de sus amigas las hadas. Ese día Lulú paso jugando con las hadas bebés, voló una última ves junto a su amiga hada de nombre Brayoni, llegó la hora de despedirse fue un momento muy triste.
Lulú se encontraba en un pueblo nuevo, en casa sin nada que hacer “aburrida” de pronto escucha que algo que cayó en el patio, salió a ver que pasaba y entonces vio un balón, un joven adulto ( entre unos 14 a 16 años )se acerca y dice me puedes pasar mi balón.
Lulú: ¡Claro!
El joven adulto pregunto: ¿Eres nueva en el pueblo?
Lulú: si, si lo soy
Joven adulto :¿Cómo te llamas?
Lulú: Lulú, cuál es tu nombre?
Joven adulto: Mateo mucho gusto Lulú.
Ellos entablaron una amistad, Lulú decide contarle a Mateo sobre las hadas, Mateo no lo cree piensa que es una broma, entonces no lo toma enserio. Lulú decidida de convencer a Mateo que si existen las hadas le propone ir a su antiguo pueblo a ver el gran árbol, Mateo decide ir.
Ya se encontraban en camino y a lo lejos vieron unos juegos que habían llegado al pueblo.
Lulú: Mateo al llegar al pueblo podemos subir a uno de esos juegos, es que nunca lo había hecho.
Mateo: claro que sí.
Por fin llegaron al pueblo y Lulú dijo: he tomado una decisión, primero te mostraré a mis amigas las hadas que ese fue nuestro motivo principal por el cual recurrimos a este pueblo y luego los juegos.
Lulú muy emocionada llegó al gran árbol y grito Brayoni he vuelto, de pronto del árbol salen muchas hadas, muchas más de las que había recordado Lulú, Mateo sin habla solo observado lo que pasa.
Lulú sujeta la mano de Mateo y lo lleva junto a Brayoni y se hacen buenos amigos.
Pasaron todo el día en el jardín mágico se habían olvidado de los juegos, al llegar a casa prometieron que ese sería su secreto.
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LULÚ Y EL JARDÍN MÁGICO
FantasyTrata sobre una niña que descubre un gran árbol y este guarda un hermoso secreto.