Nombres

Diamond no Ace de Yuji Terajima. Mío nada. Descargo de responsabilidad. Cosas gays. So many homo-feelings.

Escrito por el cumpleaños de Eijun.

No sé porqué se me metió la idea de que FuruSawa es adorable. Lamentablemente soy nueva escribiendo sobre ellos así que tal vez esto me haya salido raro, demasiado homo, demasiado ¿k? Pero vamos... Creo que FuruSawa es una pareja de tontillos que en la intimidad actúa re-gay uwu.

Nombres

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Estaban sentados frente a frente en una esquina de la enorme estancia. Furuya se mantenía impasible, su rostro poco expresaba. Sawamura, por otro lado tenía su característica cara de gato que ponía cuando se hallaba irritado o algo lo sacaba de su zona de confort.

—¿Estás seguro de que nadie vendrá aquí? —preguntó Eijun mientras se removía en su lugar.

Satoru asintió con suavidad aunque en realidad no estaba tan seguro de ello. Sin embargo, entre más lo meditaba, más se acercaba a la conclusión de que la biblioteca era un lugar excepcional para esconderse con su ruidoso rival. Entre tantos estantes y libros nadie podría dar con ellos fácilmente, especialmente si se hablaba de algún miembro del equipo de baseball de Seidou. Furuya no recordaba haber visto alguna vez a sus compañeros o senpai visitando el "sagrado recinto del conocimiento".

—¿Seguro, seguro, seguro? —cuestionó de nuevo Eijun.

Furuya volvió a decir que sí con la cabeza.

—¿Entonces empezamos?

—Sí. —Satoru frunció el ceño con suavidad, no por enojo sino por seriedad.

Eijun tomó aire y mucho valor. Enseguida intento hablar:

—Sato... Sato... Sa... Sato... Sa... ru... Urgh...

Furuya veía con interés como el castaño intentaba decir "Satoru" sin mucho éxito. Alzó levemente una de sus cejas. ¿Por qué a Eijun le costaba tanto? Su nombre sólo estaba conformado por seis letras.

—Sato... —Eijun comenzó a ponerse rojo por el esfuerzo.

Furuya meditó ociosamente que la situación era un poco divertida. Sawamura usualmente era tan osado y ruidoso que el contemplarlo teniendo problemas para decir su nombre resultaba adorable.

—Sa... to...

Ah, ¿acababa de pensar que Eijun era adorable? Furuya hizo una mueca y se dio un golpe mental.

—Sator...

Vale. Tal vez ellos dos ahora tenían una relación diferente. Pero de ahí a pensar que Sawamura era adorable, ¿no había un abismo?

—Sato... toru...

Bien. A lo mejor Eijun sí era un poco lindo.

—Satoru. Es Satoru. No es difícil —dijo Furuya con calma.

—¡Es sencillo para ti! —gritó Sawamura y enseguida se arrepintió al recordar en donde estaban. Miró a todos lados y a la par rogó por que la encargada de la biblioteca no hubiera escuchado su escándalo. Después de varios instantes en los que nada paso suspiró—. Es sencillo para ti... —repitió.

—A Haruichi le dices por su nombre. Incluso le pusiste un apodo —razonó el más alto.

—Con Harucchi es diferente.

Satoru soltó un aura de molestia.

—¿Por qué?

—Porque es Harucchi —respondió Sawamura como si fuera lo más obvio del mundo.

—Yo soy tu novio —dijo Furuya sin el más mínimo rastro de vergüenza.

Eijun soltó un ruidillo de sorpresa, movió sus manos erráticamente, su rostro se torno extremadamente rojo y balbuceó cosas inentendibles durante varios minutos.

"Yo soy tu novio," dijo Furuya. Sawamura sintió cosquillas en el estómago. Ni siquiera recordaba cómo fue que comenzó a interesarse en su rival. ¿Fue por aquella ocasión en la que Satoru le dedico una sonrisa discreta por primera vez? ¿O acaso fue cuando notó cuán alto y guapo era? ¿Tendría que ver el día en que comprendió que Furuya representaba una molestia en su vida pero que aún así no deseaba deshacerse de ella? ¿Y cómo fue que terminaron juntos?

—Por eso —murmuró Eijun.

—¿Por eso qué?

—Porque eres mi novio es difícil —susurró Sawamura, se llevó las manos a la cara para cubrirla. ¡Jodido Furuya! ¿Por qué lo hacía decir cosas vergonzosas?—. Basta, me largo. Esto no está funcionando.

—¿Te rindes? —retó Furuya.

Eijun abrió la boca. ¿Rendirse? ¡Jamás! Esa palabra no existía en su vocabulario.

—Es que no es tan fácil, necesito entrenamiento. ¿Por qué no lo intentas tú? De seguro también te irá mal.

Un aura competitiva rodeó a Furuya.

—Ei... —empezó Satoru. Un calor invadió su pecho y se detuvo. "Eijun, Eijun, Eijun", repitió en su mente. Era sencillo pensarlo, pero expresarlo en palabras...

Miró al más bajo por unos instantes y después desvió la vista. ¿Por qué estaban haciendo esto? Oh, cierto. Porque eran pareja. Tal vez una disfuncional; una que peleaba por el montículo, por Miyuki (¡es que lo necesitaban para que atrapara!), por quien corría más distancia, por quien comía más...

¿Qué diablos le vio a Sawamura? Furuya reflexionó con ahínco. Eijun era ruidoso, era molesto cuando se lo proponía, hacía tonterías a cada rato, sin embargo, él sonreía incluso cuando los tiempos eran difíciles, levantaba los ánimos del equipo con sus idioteces, brillaba. Brillaba.

Si Satoru era la noche. Eijun era el día.

Eijun era todo lo que él nunca sería. Por eso le gustaba, ¿verdad?

—Eijun —musitó Furuya.

El aludido enmudeció. Abrió los ojos chocolates y sus manos formaron puños.

—¿Sato... ru? —respondió Sawamura con problemas.

—¿Sí, Eijun?

—Nada.

Furuya estaba seguro que si Eijun seguía enrojeciendo necesitarían llevarlo a un hospital.

—Eijun.

No hubo respuesta.

—Eijun.

Balbuceos de parte de Sawamura.

—Eijun.

—Basta —pidió el castaño—. Es malo, malo, malo. ¡Un problema!

Un aura depresiva se formo alrededor de Furuya.

—¡Es qué mi corazón late muy rápido cuando dices mi nombre! —aclaró Sawamura.

Satoru sonrió suave.

—¡No sonrías! Eso también es malo.

—Baja la voz. —Furuya se llevó un dedo a los labios, en un gesto de silencio.

—Sí, Sa... toru...

"En realidad, sí es malo para el corazón," pensó Furuya.

—¿Puedo besarte?

Eijun asintió.

Entonces Furuya acortó la distancia que los separaba y unió sus labios con los de Eijun.