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El desayuno se comenzaba a enfriar sobre el plato de porcelana, el vaho de los huevos revueltos se comenzaba a desvanecer, mientras un tenedor rebuscaba los cubos de mango dentro del plato de fruta, antes de pincharlos y llevarlos a la boca de la pelinegra.
          Los pequeños rizos negros colgaban sobre el hombro de piel lechosa, el sonido de conversación de los dos adultos en el frente sonaba como ruido que subía y bajaba de volumen. La omega, del mismo cabello largo y negro, de sano brillo y rizos, le dirigió la palabra de forma cálida y dulce. La más joven de la mesa levantó el rostro, soltando la carne interna de su labio inferior que se había mantenido presa por unos segundos bajo sus dientes.

Levantó el rostro, intercambiando la mirada sobre sus padres un par de veces, levantando sus cejas percatándose de su falta de atención, pues no había escuchado la frase de su madre.

—Yo... ¿Qué pasó?...

Preguntó, dejando de lado el tenedor y sujetando la silla para sentarse de forma correcta. La adulta rió un poco, más que nada por los nervios que subían por la boca de su estómago hasta su garganta.

— dime ¿Pensaste algo a cerca de tu próximo semestre? la fecha límite de inscripción al colegio es en una semana...

Las palabras de su madre eran dulces, pero firmes, la pelinegra no podría escapar ésta vez, no podría llevar la conversación a otro lado, tenía que tomar la decisión que había procrastinado por semanas. 
          Quiso responder, abrió su boca un poco pero la cerró cuando su garganta se sintió seca y su pecho se hundió como si quisiera tocar su espalda por el repentino malestar de las palabras. el solo hecho de pensar como se abría la puerta de su hogar y ella tenía que poner un pie afuera le ponía la piel de gallina y le hacía tener escalofríos ¡Imagínate!, si salir de casa es todo un reto ¿Cómo sería posible ir a un colegio lleno de personas? De betas, de omegas... de alfas.
           Eso último la hizo retorcerse en su asiento, su cuerpo comenzó a soltar hormonas, el miedo se podía oler en el aire y el único alfa presente en la habitación, su padre, tuvo que tapar su nariz de forma discreta con una servilleta.

— Yo... no quiero, no puedo... — Su voz se quebraba, parecía que estaba a punto de llorar, su agarre en los lados de la silla se hizo más fuerte mientras su pecho dolía sobre el corazón, la ansiedad había llegado acompañada de un ritmo acelerado de los latidos y dolor al respirar.
          Las manos de su madre, cálidas y dulces se posaron sobre sus hombros, la tomó por sorpresa puesto que no se dio cuenta que su madre se había puesto de pie.

— Sé que te aterra, comprendo el miedo que tienes aunque no pueda sentirlo de la misma forma que tú, pero no te voy a enviar a una selva... no irás a un claro del bosque donde seas el centro de atención...— Acariciaba el cabello de su hija, tratando de calmarla antes de que el ataque de pánico se precipitara. — Viktoria, es un colegio local, no hay mucha gente, es grande pero hay pocos chicos ahí, tiene medidas de seguridad, ayuda de consejeros y terapeutas... es un lugar seguro, mi niña.

su madre suspiró, Viktoria lucía más tranquila, su mano seguía paseando armoniosamente por su cabello, su padre se puso de pie y se sentó en el lugar más cercano, agachando la mirada mientras subía sus anteojos cuadrados por el puente de su nariz, encarando el rostro gacho de su hija.

— Hagamos algo... — Dijo el hombre. — Tomemos una semana de prueba... una semana en la que asistirás a clases, si no te gusta el ambiente, si las clases son pesadas... si alguna pieza no encaja... regresamos un paso atrás ¿Si? — La voz de alfa era tranquila, Viktoria asentía nerviosamente desde abajo, limpiando las lágrimas de su rostro, no estaba del todo convencida pero pensó...

"Ellos han hecho todo por mi... me toca hacer algo por ellos... quiero salir de casa..."

Sorbió por la nariz en un acto infantil, subió la mirada hacia su padre y su madre y limpió las lágrimas de su barbilla y mejillas, asintiendo de forma ligera e insistente.

—Quiero... quiero intentarlo ¿Podemos intentarlo?...— Su voz sonaba menos temblorosa, miraba a sus padres de lado a lado con una pequeña y nerviosa sonrisa que se borraba en segundos, pero aparecía de forma intermitente.










-K o a t.

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⏰ Última actualización: Jul 30, 2020 ⏰

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Trauma. | Girls love Omegaverse.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora