𝐏𝐑𝐄𝐓𝐓𝐘 𝐖𝐇𝐄𝐍 𝐘𝐎𝐔 𝐂𝐑𝐘 ━━━ 𝐞𝐥𝐬𝐚𝐧𝐧𝐚

𝐓𝐖𝐎

Deslizó delicadamente el paño por sus brazos, Elsa temblaba ligeramente aún cuando el agua permaneció tibia. Sus rodillas se sacudieron de los nervios, observó sus propias manos que intentaban lavar su cuerpo. Llevaba más de cuarenta minutos en la bañera, sabía que tenía que salir en algún momento, pero quería prolongar más la calidez que le brindó estar ahí. Aunque la soledad fue tortuosa, como siempre había sido, Elsa quiso quedarse a solas por más.

No debió aceptar reunirse con Anna nuevamente.

No estaba del todo claro el como llegó a aceptar eso, pensó que habían sido los intensos ojos de Anna que le miraron con tanta pasión, anhelo, esperanza. O su olor seductor en el cual se perdió. Tal vez la forma tan diferente en la que le habló.

Hubo algo que le hizo querer ir a los brazos de Anna. El deseo de volver a su hermana se intensificó al acercarse. Esa ansía que carcomía su alma le hizo aferrarse a las palabras de la reina.

Y quería.

Oh, Elsa lo quería tanto.

Siempre quiso volver a encontrarse con Anna, tocarla, sentirla. Soñó muchas veces en hacerlo, soñó con salir para disfrutar como había sido cuando fueron niñas, soñó con tener a Anna de vuelta a su lado.

Y todo le había golpeado con tanta fuerza la noche anterior cuando Anna vino a ella, pidiéndole de esa forma tan suave que se vieran de nuevo. Elsa no pudo decir que no. ¿Cómo podría negarse ante aquella mirada suplicante de la reina de Arendelle?

Anna le había dado la sonrisa más grande que alguna vez vio en su rostro, parecía orgullosa cuando se paró delante de Elsa para empezar a relatar sobre el maravilloso día que les esperaba por la mañana siguiente.

Y esta era esa mañana siguiente.

Habían vuelto a la fiesta, Anna se movió con tanta facilidad entre sus invitados. Elsa notó la forma en la que Anna hablaba con los demás, sus comentarios eran amables siempre, pero sus miradas eran de desprecio puro. Reía aparentemente divertida, para luego girarse y murmurar al oído de Elsa que estaba harta. Todos parecían respetar a la reina, Elsa no escuchó más que buenas palabras de todos a su alrededor aunque Anna no parecía devolver nada.

Y aunque Anna no le permitió salir de su agarre, pues todo el tiempo le mantuvo apretada a su lado, no pudieron evitar a aquellos valientes curiosos que se acercaron para hacer preguntas sobre la ausente princesa de Arendelle.

Anna se negó a responder algo acerca del reino o la princesa, Elsa se mantuvo casi escondida a su espalda, cuando sucedía la reina cambiaba el tema, daba algún elogio y se daba la vuelta al segundo siguiente.

Su curiosidad por saber en qué se había convertido su hermana aumentó.

Solo conoció esa parte de Anna desenvolviéndose en la sociedad. Elsa quería saber más, lo sintió como un vacío al que debía llenar, al haber perdido tantos años de su hermana, por supuesto que quería compensarlo.