Capítulo Uno.

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–¡Guau! -Gulf murmuró un leve "no otra vez" mientras abría la puerta.

–¡Chopper! -gritó Mew. –¡Es solo Gulf! -continuó.

–¡Guau!¡Guau!¡Guau!

Los ladridos siguieron por unos segundos más hasta que finalmente Chopper se canso y se fue a otra habitación. Para ese momento, Gulf seguía en la puerta con los ojos fuertemente apretados y Mew lo miraba con pena.

–Lo siento Gulf. Creí que Chopper ya había superado ladrarte cuando te mudaste aquí... -se acerco para abrazar al menor. –No sé qué más hacer, ya van dos meses...

–Tranquilo Mew, ambos sabemos que no le agrado -dijo y lo abrazo más, recargando su cabeza en el hombro contario. Recibiendo un pequeño beso en la cabeza.

–¿Día agotador?

–Ni te imaginas -Gulf no quería salir del abrazo por lo que lo fortaleció el agarre en su torso. El mayor río bajo.

–Vamos, debes ducharte y luego podemos hablar mientras cenamos. -Gruñendo se alejo de él y se encamino al baño. Pero fue retenido por Mew que lo devolvió a sus brazos.

–¿Pasa algo? -preguntó Gulf. De respuesta solo obtuvo un puchero. Y entendió. Quería un beso.

Lentamente acercó su rostro y se besamos. Fue un simple roce que hizo que el cuerpo de ambos vibrará de emoción. No era su primer beso ni nada especial, pero ser besado por la persona que más amas en algo realmen....

–¡Guau! –el ladrido los saco de su momento. Esta vez ambos suspiraron.

–Ve a ducharte, yo calentaré la cena –dejando un último beso en los labios de Gulf, lo libero.



–Ve a ducharte, yo calentaré la cena –dejando un último beso en los labios de Gulf, lo libero

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Con Gulf en el baño, Mew se puso a calentar la comida mientras recordaba su historia.

Se habían conocido hace aproximadamente 4 años en un café. Cómo fue un día lluvioso, el lugar estaba lleno de gente para cuando Gulf entro. Mew que estaba cerca de la puerta lo invito a sentarse con él. Ese día conversaron, coquetearon un poco y se pasaron sus números para volverse a encontrar. Ambos estaban interesados por el otro, por lo que no tardaron en tener una cita.

Con el tiempo se enamoraron y empezaron a salir oficialmente al año de conocerse. Y a vivir juntos hace tan solo un mes por culpa del pequeño can de Mew.

Era bien sabido por cualquiera que los conociera que el pequeño perrito odiaba al novio de su dueño. Este hecho no causo muchos problemas en la pareja, hasta el día que Mew propuso mudarse juntos y Gulf se negó, alegando que Chopper lo odiaba. Fue ahí cuando tuvieron su primera gran pelea porque el mayor creía que era una excusa. Luego de una acalorada discusión, se arreglaron. Gulf acepto mudarse y Mew prometió que su mascota no molestaría.

Que gran error. Desde el primer día de convivencia hasta hoy en día todo salió mal.

Chopper realmente odiaba la Gulf.

Había usado su parte de la cama de baño (varias veces), tratado de morder infinitas veces, masticado zapatos, ropa, papeles, cualquier cosa que fuera del menor. Y lo que a Mew más molestaba, era que si los veía juntos, se ponía a ladrar como si no hubiera mañana.

Mew realmente se arrepentía de no haberle creído a su pareja cuando afirmó que Chopper lo odiaba, pero creyó que con el tiempo se acostumbraría.

Obviamente nada salió así y al castaño realmente le preocupaba que Gulf se cansará de todo y se fuera otra vez a su viejo departamento. Ese pensamiento realmente le preocupaba.

¿Qué debería hacer? Se cuestiono. ¿Llamar a un especialista en perros?¿Castigar a Chopper?¿Dejar que Gulf se fuera?

–¿Lista la cena? -una voz lo sorprendió. Era Gulf ya bañado y con su ropa de dormir.

–Si, si, ¿Podrías poner la mesa?

Cenaron con unos pocos ladridos de Chopper.


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Mew ya se había duchado y estaba acompañado al menor que veía un partido de fútbol en la televisión. Debido a su reciente baño, su cabello seguía mojado pero hoy estaba muy cansado para hacer algo.

Notando que su novio se estaba quedando dormido, Gulf se levantó del sillón y fue por una toalla para secarlo él.

Para Mew fue extremadamente relajante sentir las manos del menor haciéndole un leve masaje mientras secaba. Y para Gulf era aun mas relajante ver como el castaño se iba quedando dormido en sus piernas.

–¡Guau!¡Guau!¡Guau!

La pareja se asustó. Toda tranquilidad obtenida hace unos instantes desapareció. Ahora solo oían ladridos y más ladridos.

Mew frunció el ceño.

Defensivamente mañana haría algo con Chopper.



Hi

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Hi

Será una historia de no más de 4/5 capítulos.

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Red

Chopper »MewGulf«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora