Chopper tenían la cabeza ligeramente inclinada. Y si Mew y Gulf pudieran entender los ojos del perro, ambos verían la misma frase:
"Me voy con Gulf. No hay opción."
A Mew le dolió el saber que su mascota de años prefería su pareja. Por otro lado, Gulf, tenía unos sentimientos agridulces. Dulces, porque Chopper quería estar con él. Agrios porque sabía que para Mew esa bola de pelo marrón/rubia lo era todo.
Siguieron viendo al perro unos minutos más perdidos en sus pensamientos.
Gulf fue el primero en suspirar y decidir que haría.
–Esto es ridículo. No te irás. Yo no me iré. Arreglaremos todo en este momento. -Tomando la mano del mayor, se arrastró al sillón. Una vez ambos sentados, uno al lado del otro, Gulf continúo hablando.
–Vale, creo que puedo entender algo de lo que pasa aquí. Y puedo admitir que también tengo algo de culpa por esta boba discusión -empezó mientras jugamos con los largos y delgados dedos de su novio. Quién únicamente observaba y agradecía a todos los dioses que Gulf no se haya ido.
–Admito que no hemos estado casi nada de tiempo juntos. Solo tenemos algunas horas del día para estar juntos y hacer cosas. Pero últimamente elegía pasar esas horas jugando con Chopper y puede que, no intencionalmente, te haya, te hayamos ignorado.
–Yo... -Mew suspiró– admito que me comporte horrible. Que tuve que haberme enojado contigo por querer llevar a Chopper a dormir con nosotros. Me disculpo por todo la discusión pasada. Y juro que lo que sea que haya dicho fue por el calor del momento. Sé que no crees que soy tonto o algo de eso, cariño. -dejo un beso en el ceño fruncido del contrario.
–Yo igual me disculpo. Lo mejor es olvidar la discusión. Hagamos que no paso, pero -el tono serio de Gulf hizo que Mew prestará (aún más) atención. –Vamos a hablar sobre tus celos de tu mascota.
–¡Hey!¡Yo no siento celos de Chopper! -la risa del menor aligeró el ambiente.
–Claro que no, solo quieres.... Encerrarme en algún lugar muy lejos de Chopper donde solo tu tengas acceso. -y si, volvió a reír, rompiendo completamente la tensión del lugar.
Mew hizo un mohín mostrando su desacuerdo.
–Ya, ya -Gulf abrió sus brazos para que su fuerte novio entrará en ellos. Cosa que Mew no dudo en hacer.
El menor acariciaba el cabello del menor, provocando que este se adormecierá y se apoyará aún más en Gulf. Terminando ambos, finalmente, acurrucados en el gran sofá.
Y entre caricias y dulce besos. Se durmieron.
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A la mañana siguiente, el primero en despertar fue Mew, acurrucado entre los brazos del menor. Se quedó observando el bello rostro de su novio pensando en la tontería de discusión e inseguridad que tuvo ayer y los días anteriores. ¿Qué Gulf lo iba a dejar por su perro?¿Qué Chopper no iba a querer más a su padre?
