Capítulo Tres.

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Su perro le quitó a su novio.

Era oficial.

Chopper amaba a Gulf. No solo eso, lo prefería antes que a su propio dueño.

Mew había deseado que ambos se llevarán bien, pobre de él. Nunca imagino lo que vendría.

Gulf no le daba atención, pasaba todo el tiempo acariciando o jugando con Chopper. Y el can, ese pequeño traidor, ya no lo buscaba para nada. Parecía que Mew solo era un adorno más de la casa ya que no era invitado a pasar tiempo con ellos.

Y eso no le gustaba.

Toleró una semana, más que suficiente para que a su novio se le pasara la emoción de que Chopper ahora le quería, más que suficiente para que Chopper dejara tranquilo a su novio. Pero parecía no ser suficiente.

El mayor no iba a ser dramático -mentira- pero no recibir sus besos de buenos días, buenas noches y más, no le agradaba para nada. Y lo hablaría esa noche. No había otra opción ya que el único momento en el que Gulf y Mew estaban completamente solos era en su habitación.

O eso creía.



O eso creía

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¿Qué?

¿Había oído bien?

Mew realmente pensó que su mascota y su pareja se estaban complotando en su contra, porque era simplemente ridículo. ¿Qué Chopper durmiera con ellos?¿El único momento en que Gulf era únicamente de Mew?

O eso era hasta hace unos minutos.

–Chopper necesita cariño, dormirá con nosotros a partir de hoy -Gulf afirmó sosteniendo al perro entre sus brazos.

Mew parpadeo una vez. Y otra vez. Y muchas veces más para asegurarse de que no era una alucinación.

–¿Qué? -la incredulidad en su voz era palpable.

Gulf solo rodó los ojos –¿Qué parte no entendés?

El mayor solo atino a fruncir el ceño antes de que su novio volviera a hablar.

Amor... -y llegamos a la etapa del chantaje emocional. –Solo será un tiempo, luego verás que te acostumbras a tenerlo en la cama. -Gulf aleteo sus pestañas lentamente mientas sus labios formaban un débil mohín.

–Esta bien, Chopper puede quedarse en la habitación. Tendremos que comprar un cama para perro nueva. –finalmente Mew cedió.

–¿Cama para perros? -Ahora fue el turno de Gulf de fruncir el ceño. –Chopper dormirá con nosotros, en la misma cama.

–No, me niego absolutamente a donar el único momento en el que te tengo solo para mí. Si quieres que Chopper se quede en esta habitación, deberá dormir en una cama para perros. -la orden en la voz de Mew era palpable.

Chopper »MewGulf«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora