Reina

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Se esparció el polvo en una leve neblina,le llamaban belleza a su sonrisa maligna

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Se esparció el polvo en una leve neblina,
le llamaban belleza a su sonrisa maligna.

¡Vaya realeza!, corona de oro, vestidos de reina,
valorada en plata y glamour.

¡Pobre dama! No conocía el amor.

Se escondía en la suave seda y los hilos más caros,
bajo el maquillaje tapaba la sombra de su mirada.

Caretas llevaba a todos lados,
nunca gritaba, sus demonios internos controlaba.

Pero al abrazarla la noche, recordaba su amarga soledad.

Esa amplia cama y fría alcoba no la ayudaban a soñar.

Otro día que despertar, sonreír, disimular,
ella cansada estaba de su propia falsedad.

Quería tirar al balcón su corona y su dolor
Quería gritar, llorar, poder sonreír de felicidad,
pero todo la condena a una triste realidad...

Ella era la reina de su propia infelicidad.

Letras atoradas en mi gargantaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora