°• Jungkook acaba de salir de su entrenamiento de básquetbol y decide ir a una cafetería cerca del lugar.
Taehyung está trabajando como todos los días en aquella ya nombrada cafetería.
¿Casualidad? •°
×Taekook.
×One shot.
×fluff.
×no copiar ni adap...
Hoy era su cita con su amor platónico, o mejor conocido como Kim Taehyung. Y claro, como era un día muy especial, tenía que arreglarse demasiado, o mejor dicho, más de lo normal.
Pero ese era el problema, Jungkook no tenía ni la menor idea de que iba a usar. Era la primera cita seria que iría, y aún no tenía nada preparado.
-hijo, no tienes que ponerte tan nervioso. - mencionó la madre del pelirrosa.
-claro que tengo porque, ¡Mamá, voy a una cita y no estoy para nada listo!- empezó a lloriquear.
-mira, solo ponte esto. Estoy segura de que a ese chico no le importará tu vestimenta, eso es lo de menos. Ahora vete a cambiar.- ordenó la mujer mayor. El pelirrosa no hizo nada más que asentir.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Después de una hora Jeon estuvo listo para salir. Aunque aún faltaba una hora más para comenzara la cita, estaba muy nervioso.
-ya te dije, hijo, no estés nervioso.
El pelirrosa asintió a las palabras de su madre, y eso lo tranquilizó un poco.
Después de cuarenta minutos Jeon se despidió de su madre para ir al lugar acordado. No tardó tanto en llegar, unos diez minutos.
El joven se sentó en una de las bancas de el parque. Era un lugar lindo, y eligieron tal lugar por los lindos arboles de cerezos que habían ahí. Jungkook siguió esperando a su cita para comenzar a caminar por el sitio.
Aproximadamente cinco minutos después divisó una cabellera rubia que se aproximaba a él.
El pelirrosa se levantó de la banca en la que estaba sentado para saludar el chico que acababa de llegar.
-hola.- dijo Jeon con una sonrisa en su rostro.
-hola.- contestó el rubio dándole un abrazo al más alto. -te ves bien.
La mejillas del menor se tiñeron de un ligero rosa. -gracias, usted también se ve bien, Hyung.
-oh, solo dime Taehyung. El hyungyme hace sentir viejo. - el otro chico asintió. -bien, vamos a caminar, ¿O ya quieres comer?
-yo comí hace unas horas, ¿Usted tiene hambre?
-acabo de comer, y no me hables tan formal.- contestó el rubio mientras hacía un puchero y golpeaba despacio el hombro del menor, el cual soltaba una leve risa.
-está bien.
Ambos chicos siguieron la tarde completamente normal. Platicaron, rieron, comieron, caminaron, hasta que empezó a oscurecer.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Jeon se había ofrecido para acompañar al rubio a su casa. Caminaron por el tranquilo vecindario hablando de cosas normales.
Llegaron al hogar del mayor. Jungkook sabía que ya había acabado esto, y eso lo entristeció un poco, pero aún mantenía una sonrisa en su rostro.
-bueno, adiós. Espero volvamos a salir otro día.- comentó su acompañante mientras veía a los ojos al menor.
- adiós. Y si, hay que salir otro día.- Jeon le dedicó una sonrisa.
Se abrió la puerta de la casa de Kim, ambos jóvenes voltearon a la par; ahí estaba parada la madre del rubio con una sonrisa en su bella cara.
-hola, mi amor. ¿Tú debes ser Jungkook, verdad?- cuestionó mujer, de aproximadamente más de cuarenta años, mientras agarraba los Cachetitos del antes nombrado. El pelirrosa asintió. -Taehyung me a hablado mucho de ti. Al parecer eres muy buena persona.
Las mejillas del rubio se encendieron. -ah, mamá.- lloriqueó el chico.
La señora solo soltó una risa, cual terminó contagiando a los más jóvenes. -bueno, cielo, te espero adentro para que te despidas de este muchacho.- dijo la morocha a la vez que soltaba al pelirrosa y se adentraba a la casa.
-perdón, a veces mi madre dice cosas que no.- comentó el mayor con una leve risa.
-me cae bien.- contestó el chico.
-¿Enserio?- cuestionó el rubio con una mueca de sorpresa. Observó al pelirrosa asentir. -me alegra, casi siempre termina ahuyentando a las personas que vienen.
El menor soltó una carcajada. -bueno, creo que es hora de irme.
-oh si, adiós, Jungkook, hasta luego. -se despidió el más bajo mientras se aproximaba a la entrada de la casa.
-adiós.- devolvió el pelirrosa.
Jeon se dio vuelta y procedió a irse, pero en ese momento escuchó una voz llamándole. El chico volteó para encontrarse al rubio corriendo hacia su cuerpo.
-espera.- el mayor llegó con él y agarró el cuello de su camisa para jalar hacia el. Los labios de ambos se juntaron en un dulce beso. El pelirrosa se paralizó, ¿Qué estaba pasando?, Y después de unos segundos correspondió el beso poniendo sus manos en la cintura del más bajo y cerrando los ojos. Siguieron así por un rato hasta que el aire hizo falta.
Se separaron con las mejillas sonrojadas. Ambos se sonrieron mutuamente.
-bueno, ahora sí, adiós.- se despidió definitivamente el rubio, antes de salir corriendo a su hogar, intentando ocultar sus rojos cachetes y fallando en el intento.
Jungkook río levemente y ahora sí, procedió a irse a su propia casa.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El pelirrosa llegó a su destino. Eran aproximadamente las ocho de la noche y tenía hambre.
Al abrir la puerta le llegó el delicioso olor a Bibimbap, una de sus platillos favoritos.
-¡Ya estoy aquí!- alzó la voz el joven, para que su madre oyera.
-hola, hijo, ¿Qué tal te fue?, Apenas estoy haciendo la cena.- mencionó la señora, mientras daba un abrazo al menor.
-me fue bien.- contestó el pelirrosa.
-que bien hijo, me cuentas luego los detalles, pero ahora vamos a comer, hice Bibimbap.- habló la mayor guiando a su hijo al comedor donde todo estaba servido.
Así comenzó una noche de un Jungkook siendo humillado por su madre.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
