Capítulo 1

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Era un día normal como todos en el colegio Françoise- Dupont de Paris. Los alumnos estaban hablando, sí eso se refería a un Nathaniel dormido, Nino escuchando música, Kim presumiendo sus habilidades, mientras que Chloé lo hacía con sus joyas y Sabrina la admiraba, entre otros que hacían de todo menos escuchar la clase.

Cierta azabache, en cambio, se dedicaba a mirar con ojos soñadores al rubio en frente suyo. Alya le codea con el hombro y ella despierta de su ensoñación.

- Chica, estás babeando, literalmente, ten cuidado. - suelta una carcajada, Marinette se sonroja, pero continúa mirándolo.

- ¡Chicos! Atención. - la maestra pelirroja aplaude. Todos se callan y la miran. - muy bien. Como ya saben, faltan tres semanas para que termine el ciclo escolar, y el Señor Damocles decidió que este año nuestra clase hará la obra. He decidido que, como nadie lo hizo, hagan bien o mal, será cantar. Ustedes mismos escribirán canciones y las presentarán.

- ¿¡Qué?! - las protestas no se hicieron esperar. No querían cantar, que vergüenza.

- Señorita Bustier. - Marinette, como delegada de la clase, en representación de todos se levanta. - ¿no sería mejor dar una clase de cocina? Mis padres y yo podríamos...

- Iugh, no, no, eso es ridículo, totalmente ridículo. - Chloé hace una mueca de asco. - no voy a ensuciar mis manos con harina. Prefiero avergonzarme cantando, aunque todos saben que canto muy bien. - mueve su pelo presumida. Sin poder evitarlo todos sueltan pequeñas risas.

- Agradezco tu idea, Marinette, y tu opinión, Chloé, pero en primer lugar el año pasado ya hicimos esa idea, ¿te acuerdas? - la Franco- china se sienta avergonzada. - aparte quédensen tranquilos, que las canciones las harán en parejas.

- ¡Yo quiero hacer pareja con mi Adrinkis! - grita la rubia emocionada. Adrien se cubre la cara con un libro y Marinette aprieta los puños.

- Otra vez, Chloé, gracias, pero para que sea justo yo eligiré las parejas, por papelitos. - muestra un sombrero con estos. - y las canciones para que no sean iguales también puse papelitos para que vean de que trata la canción.

Todos estaban emocionados y algo asustados, así que esperaron a que su maestra comience.

- Bien. - la profesora saca el primer papel, luego otro. - la primera pareja es Juleka y Rosita. Tienen... - ahora saca el papelito de lo que se va a tratar la canción. - que hacer una canción de estilo punk y a la vez adorable. Ellas sonrientes chocan las manos. - muy bien, sigamos.

La maestra siguió, los resultados fueron los siguientes.

Nino y Alya, temática: fiesta/diversión.

Mylenn e Iván: romance y comedia.

Lila y Nathaniel: tristeza.

Kim y Alix: terror.

Max, que lo hace con su amigo robot, Mark: rap.

- Chloé y Sabrina: polka y vaqueros.

- ¿¡Qué?! - la rubia saltó de su asiento, indignada. - ¡yo no voy a cantar una canción de vaqueros! ¡Ridículo, totalmente ridículo! Voy a llamar a mi papi y...

- Lo siento, Chloé, ya me encargué. No vas a llamar a nadie. Y si no quieres tener un punto menos, lo vas a hacer. - todos se empezaron a reír, menos Marinette que estaba en las nubes, analizando, que ya todos estaban menos ella y...

- La última pareja es Marinette y Adrien, con una canción romántica. - terminó de decir la maestra, guardando sus cosas. Suena el timbre. - listo chicos, pueden salir, recuerden, el festival es en tres semanas, dejen a sus mentes ser libres.

Empezaron a salir, menos Adrien y Nino, quienes se encontraban charlando. Alya trataba de despertar a su amiga en estado de shock.

- Ay chica, que suerte la tuya eh. Es el destino. ¡Harás pareja con Adrien y escribirán una canción romántica! - le susurra la morena al oído codeándola. La azabache se pone colorada y le tapa la boca.

- Shh, shh... ¡baja la voz, nos puede oír! ¿¡Pero oíste?! ¡Haré pareja con Adrien! - la de gafas rueda los ojos y suelta una risa. - ay, ay... estoy nerviosa... emocionada... de todo.

- No empieces a actuar y decirle yo, eh... t- tu... cabello lindo. - la imita un poco riendo, Marinette hace un puchero. - tranquila amiga, lo podrás hacer.

- E- eso espero... ¡ay, ay, se está acercando! - la franco- china se abraza a su amiga. Los dos chicos se sientan a su lado saludando.

- Ey, Nino, ¿me podrías acompañar a la cafetería y de paso hablamos de lo que vamos a hacer en la obra? - le guiña un ojo en complicidad. El moreno abre la boca, entendiendo la indirecta, y acepta.

- Si, claro, vamos, nos vemos chicos. - la pareja se da la mano y salen del salón. Adrien se acerca a Marinette con la sonrisa que lo caracteriza, y la rodea del hombro con un brazo. A esta hora si no se estuviera pellizcando, creería que es un sueño, pero por dentro estaba más roja que un tomate.

- Mari, ya le avisé a mi padre. Como el no le gustan las visitas a casa, me dio permiso de ir todos los días a la tuya máximo tres horas, digo, si no hay problema... - el rubio sonrojado, se rasca la nuca, Marinette empieza a hacer ademanes con las manos, riendo.

- ¡N- no! Mm, d- digo, no... no hay problema, puedes ir, siempre eres bien bienvenido en mi casa, a mis padres también les dará gusto. - no sabe como no tartamudeó, pero estaba feliz, muy feliz.

- ¡Perfecto! Entonces hoy mismo voy, nos vemos, Mari. - se despide con una sonrisa. Cuando finalmente se va del salón, Tikki sale, riéndose de la cara de su dueña.

- Ay, Tikki... si esto no es un sueño, pellizcame. Por favor.

La kwami se encogió de hombros, se metió dentro de su blusa y le pellizcó. La ojiazul grita.

- ¡Tikki, me dolió!

- ¡Pero tu me dijiste que lo haga!

Si me amas como soyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora