Mi madre había entrado a un nuevo trabajo, el cual deseaba mucho y yo estaba feliz por ello, ya que desde que papá murió era ella la única que podía sostenernos a las dos, éramos solo nosotras y nadie más, nuestros familiares no nos tomaban en cuenta, cada quien cuida a de su familia y a miadre no se le hizo tan difícil al tenerme solo a mi, yo iba a la preparatoria era el último año allí, ya deseaba pronto salir de aquella tortura, si, la detestaba, no lo iba a negar
Mi madre después de unos meses trabajando en aquel lugar un día llegó a casa y se sentó conmigo a conversar como siempre, pero aquel día fue algo inusual
-conoci a la mamá de una de tus antiguas compañeras- dijo mirándome como analizandome
-¿que?- pregunté incrédula- ¿de quién?
-no me acuerdo de su nombre- suspiro- pero era una inteligente de tu salón, dijo que te conocía y que una vez te ayudo
-ah, si, ya recordé, vaya, genial supongoMi madre asintió sonriendo, yo solo continúe con mi comida y luego fui hacer mis deberes
Los días pasaron y nuevamente un día mi madre volvió hablarme de aquella compañera
-sabes, su mamá está preocupada por ella, dice que no quiere estudiar y está entrando en el mundo de la droga, ¿sabes algo?- me miró interrogante
Yo no sabía la razón de por qué estaba aquella chica entrando a las drogas pero si la razón de por que no quería seguir estudiando, había escuchado de casualidad una conversación de unas amigas de ella que estaban preocupadas también, decían algo de acoso o algo parecido, pero no podía decir aquello sin estar segura
-no, ni idea- menti
-hm- fue toda su respuestaSi iba a decir algo primero debía corroborar si las cosas eran así y quizás eso significaria escuchar a escondidas a las amigas de aquella chica, era algo malo para mí pero quizás si decía la razón podía ayudar o podía empeorar las cosas, pero debía intentar almenos
Así que estuve por unos días tratando de averiguar algo al respecto y resultó que las cosas eran tan malas como lo imaginaba pero también era muy estúpido lo que detonó todo aquello, pero supongo que las cosas aveces son asi
Aquel día espere a que mi madre llegara de trabajar para decirle que había pasado o al menos la razón de por que dejó de estudiar. Cuando llegó se cambió la ropa del trabajo y se sentó a conversar conmigo
-mi antigua compañera no quiere seguir estudiando por que hay una chica que la molesta, pero es por un chico que a amabas les gusta- dije negando con la cebeza
Mi mamá solo suspiro pesado y no comentó nada al respecto, supongo que igual le dirá a la madre de ella esa razón y quizás hasta lo tome como la razón para que entrará al mundo de las drogas que de eso yo no se cual es la razón, pero alemos esperaba ayudar en que su madre sepa la razón de por qué su hija ya no quiere estudiar más y la ayude
Al día siguiente cuando estaba caminado para ir a tomar el transporte a mi casa, la chica me detuvo en un esquina que por supuesto no sabía que ella estaba alli, se veía enojada pero no arruinada como yo había pensando, se veía como si nada malo estuviera pasando en su vida
-¿que sabes tu de por qué consumo drogas?- me pregunto empujandome de un hombro
Guarde silencio y solo rodé los ojos, no quería problemas así que pensé en algo util
-nada, esperaba que tu me lo dijeras
Ella se rio de mi, eso sí ya lo esperaba, pero seguí allí firme
-mira que tu mamá y la mía sean amigas, eso no nos hace amigas a nosotras, ¿entiendes? y tampoco te da derecho a meterte en mi vida
-no esperaba nada de eso- me cruce de brazos- de hecho quería ayudarte, si me lo permites, si puedo hacer algo para ayudarte a salir de eso, lo haréLa chica solto una risilla negando con la cabeza, tal parece que le divertía mi actitud o algo de mi
-eres dulce, no voy a negar eso, pero no te metas en mis asuntos
-bienMe di media vuelta para tomar otro camino para llegar a tiempo a por el transporte que se me iba a ir o tendría que tomar el de más tarde, pero sentí una mano sosteniendome el brazo, así que voltie a mirar a la dueña de esa mano
-esta bien, acepto tu ayuda- suspiro
-¿lo dice enserio? o ¿lo dices por miedo de lo que yo pueda decir?- la mire atenta
-es enserio
-bien, nos juntaremos después de clases, te ayudaré cuanto pueda, ahora debor irme, el transporte ya debió de irse y debo llegar a tiempo para el siguiente- suspireLa chica solo asintió y me dejó ir, así que continúe mi camino, pero sonreí un poco, me alegraba poder ayudar a alguien
A medida que los días pasaban, ambas nos juntábamos y ella me contaba la razón de por qué entró al mundo de las drogas, por que no podía abandonarlo, me rebatia cada vez que le decía que debía estudiar. El final del año se estaba acercando y todavía no lograba que ella dejara las drogas del todo pero si había hecho un pequeño avance en convencerla de que estudiara, el problema llegó cuando mi mamá me dio la noticia de que nos mudabamos, y desde ese día debía llegar temprano a casa para ayudar a guardar todo, no se lo pude decir a la chica ya que tampoco intercambiamos contacto, me maldecia mentalmente
El final del año llegó y con eso también la mudanza, le había preguntado a mi mamá la razón de la mudanza, su respuesta fue que era para que yo pudiera estudiar en una mejor universidad, pero sobre todo me preocupaba la chica no sabía nada de ella o ella de mi, me preocupaba que pensara que me aburrí de su caso, que me desagrada o lo que estuviera pensando que fuera malo, me preocupaba por que quizás sin mi allí iba a volver a las drogas con más fuerza y eso no me agradaba pero no podía contactar con ella, no podía buscarla por que no sabía dónde vivía, preguntarle a miadre, sería sospechoso ya que nunca le dije que yo estaba ayudando a esa chica por que estoy segura que me hubiera dicho que era peligroso
Cuando nos mudamos, luego de unos meses mi madre me habló de lo que la madre de la chica había dicho
-su hija ya no estudió más, lo dejo todo por las drogas, esta preocupada y adolorida por la decisión de su hija- fue lo que me contó
Por dentro no deje de maldecirme una y otra vez, sabía que aquello podía pasar, pero también me estaba maldiciendo por no haberle pedido su contacto, así quizás aún la hubiera podido seguir ayudando a la distancia, pero ahora de nada servía maldecirme, ya estaba hecho, la había abandonado y yo no podía volver para enmendar mi error