grey ♡ minsung

02 ; lee

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— ¿Como un perrito?

Tu nuevo amigo, JiSung, decía que solo podía ver el color gris, ¿si quiera eso era posible? Tu frágil cabecita de ocho años no lo entendía del todo, pero tampoco importaba demasiado.

– E-Eso creo... — Respondió mientras jugaba con sus deditos.

“¡Tan bonito!”, pensabas. Suspiraste ante su carita avergonzada y boquita rosada.

“¿Él sabra que su cabello es rubio?”.

— Es amarilla. — Señalaste, Han te observó confundido. — Tu cabeza, es amarilla.

— O-Oh... — Su risita se escuchó por lo bajo. — Lo sé, mamá me lo dijo.

Asentiste, orgulloso de tus palabras. Y, de repente, se te ocurrió la mejor de las ideas.

— El cielo es azul. — Iniciaste, dibujando en una hoja con lápices de colores. Era tu pasatiempo preferido. — El Sol, amarillo... Ah, el césped en algunos lugares es verde y alto mientras, en otros, está todo feo y casi gris.

— Entonces todo el césped de la ciudad es feo. — Dedujo el pequeño, dedicándote sus ojitos en forma de media luna debido a los cachetitos que se amoldaban a su sonrisa.

Oh, su sonrisa.

— ¿Q-Qué? — Sacudiste la cabeza al haberte perdido en tus pensamientos.

— Que todos en la ciudad están mal cuidados... Siempre que veo el césped, está gris. — Respondió con un tono de decepción.

— ¡Por supuesto que no! — Exclamaste casi indignado. — Yo siempre me encargo de regar mis plantitas y el pasto se la pasa verde y muy cuidadito.

Se observaron fijamente un par de segundos antes de reír al unísono.

— ¿Quieres venir a mi casa el sábado? — No dudaste en preguntar.

— No lo sé... — JiSung te miró preocupado. — Yo no-

— ¡Te prometo que cerraré las ventanas y persianas de toda mi casa! — Suplicaste juntando las palmas de ambas manos. — ¡Por favor, por favor, por favor!

Cuando el carmesí bañó sus mejillitas grandes, sentiste tu corazón palpitar desenfrenado.

— Le preguntaré a mis padres, ¿bien? — Lo apretujaste entre tus brazos.

— ¡Bien!

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