Tu eres mi magia (Ron Weasley) EN PAUSA

-CAP. 98

~ ESTO NO PUEDE ESTAR PASANDO ~

Los días pasaban y la estancia de Charlotte en Grimmauld Place se hacía cada vez más permanente, los problemas con sus padres aún seguían, bueno esta vez era Caroline quien no cooperaba y estaba menos en casa y más en el trabajo. Charlotte últimamente estaba algo decaída y triste. Por las noches, Sirius era el que la escuchaba llorando y a este le partía el corazón escucharla.

Charlotte pensaba que su madre tampoco la quería ver por ser una bruja, y mejor se llevó sus cosas de Hogwarts y más ropa a la casa de Sirius, pues siempre se quedaba sola cuando su padre iba a los entrenamientos en el ministerio. Remus los iba a visitar de vez en cuando, Francis también se comenzó a quedar ahí, pues la última vez que trató de hablar y arreglar las cosas con su esposa Caroline, esta enfurecida lo corrió de la casa tirando su ropa hacia afuera.

Por las mañanas para despejarse y no ahogarse en esos problemas, con mucho cuidado y precaución ella y Sirius iba a correr por toda la cuadra, claro que Sirius en su forma canina. Charlotte sentía que por la adrenalina creada del ejercicio podía sacar todo lo que tenía guardado, a veces de la nada se soltaba llorando ya sea cocinado o haciendo cualquier actividad. Sus ojos y cabello constantemente se encontraban violetas, sus sentimientos estaban muy extremos en todo este tiempo.

Incluso Sirius, para entretenerse ambos. Él le enseñaba a pelear de la manera muggle, ella aprendía muy rápido.

— ¡Abejita! — escuchó el grito de Sirius, ella se encontraba en su recamara.

Entre Sirius, Remus y su Padre le decoraron una de las tantas habitaciones y se la regalaron en modo de sorpresa, y sorprendentemente el lugar había quedado hermoso, era algo diferente a su antigua habitación en la casa de su madre. Esta nueva tenía una cama matrimonial con edredones blancas y femeninas, las paredes tenían un tapis azul cielo con unas lámparas de pared en forma de mariposas, un Ropero blanco con toque Plateados (idea de Sirius), un retocador y un escritorio, estaba muy equipada y cómoda, muy linda.

— ¡ya voy! — gritó de nuevo dejando su libro en la cama.

Bajó corriendo las escaleras y llego hasta la sala principal.

— Te he dicho que no bajes corriendo las escaleras — le regaño Sirius — aquí esta Dumbledore— le susurró en el oido

Charlotte caminó a la sala principal.

— Buenas tardes, Charlotte — saludó Dumbledore que estaba sentado en uno de los sillones — ¿Cómo has estado? —

— ¡Hola profesor! — Charlotte se puso muy feliz y fue abrazarlo — pues, hay días bueno como malos...— se sentó seguido de él — ¿Qué lo trae por aquí? —

— He venido a unos asuntos... — dijo algo preocupado — estamos esperando a que llegue tu padrino y tu padre—