O3; 𝗘𝗿𝗿𝗼𝗿

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El cielo se veía oscuro a través de los vidrios polarizados, Jeon podría decir que aproximadamente llevaba una hora desde que subió a aquel auto, el interior de este era amplio y el aroma único perteneciente a los asientos de piel azabache era rea...

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El cielo se veía oscuro a través de los vidrios polarizados, Jeon podría decir que aproximadamente llevaba una hora desde que subió a aquel auto, el interior de este era amplio y el aroma único perteneciente a los asientos de piel azabache era realmente agradable, el simple hecho de estar rodeado por lujos era irritablemente cómodo.

Jeon trataba de mantener la calma, su apariencia era tranquila, pero solo era eso; apariencia, contrario a lo que aparentaba, su corazón estaba agitado, podía incluso escuchar el palpitar de este, la adrenalina corría por sus venas furiosamente, la impotencia de tener al heredero de uno de los mafiosos más buscados a su lado y no poder hacer nada al no querer estropear el plan le carcomía por dentro.

Durante ese tiempo ninguno de los hombres que estaban ahí menciono palabra alguna, la autopista por la que iban estaba particularmente despejada, Gguk se mantenía atento al camino, recordando todo aquello que en un futuro le sirviera como referencia por si algo no resultaba como era debido.

— ¿Por qué escogiste el clan Kim? — Preguntó repentinamente el hombre de voz grave a su lado mirándolo seriamente.

— No tenía opción, si no escogía su clan a las buenas...hubiera sido a las malas. — Contestó Jeon simple, mirando al contrario atentamente.

— Es bueno que lo sepas, claramente no permitiríamos que uno de los mejores  hackers estuviera en otro clan que no  fuera el nuestro. — Contestó el hombre sencillamente. — Fue muy inteligente de tu parte el escogernos, si no hubiera sido de esta forma, lo más probable es que en estos momentos estuvieras en la tumba. — Finalizó el hombre a su lado con una sonrisa levemente ladeada, como si hubiera disfrutado lo dicho, Gguk solo pudo apretar los labios al no querer decir algo que podría costarle la vida, con este tipo de criminales nada era certero y temía que sus palabras fueran su condena.

Jeon se mantuvo en silencio, presionado fuertemente aquel pañuelo de tela blanca  que se encontraba machado de carmín contra su antebrazo lastimado, pañuelo perteneciente a Kim, el ardor aún estaba ahí y pareciera que con el paso del tiempo en vez de disminuir aumentaba.

Pero Jeon sabía que aquello no era nada comparado con lo que posiblemente vendría después, eso estaba claro por los pocos criminales del clan Kim que su padre logró poner tras las rejas, pues todos y cada uno de ellos tenían algo en común, esto era aquella quemadura en forma de tigre que portaban a un costado de la espalda, específicamente donde se encontraba el external oblique.

Trago en seco al imaginar como se provocaban aquellas quemaduras, un terrible escalofrío corrió por  su cuerpo ante la idea de que él pronto poseería la suya.

— Póntelo. — Escucho aquella ahora conocida voz ronca, incluso más que la propia.

Giró su cabeza hacia la persona que le llamaba, encontrándose al moreno de rasgos fuertes con un pañuelo largo color negro entre manos, sabía lo que venía, tomó el pañuelo sin negarse, no tenía sentido quejarse de cualquier manera, después de todo podría llevar una suposición del tiempo que se tardaba para llegar a su destino, pues al no poder observar, el tiempo servía perfectamente como una referencia.

Se colocó el pañuelo solo cubriendo sus ojos, e hizo un nudo con los extremos del pañuelo detrás de su cabeza, cerró los ojos esta vez, no había motivo para dejarlos abiertos si después de todo no podría ver.

Sintió como lo tomaban por detrás de la nuca repentinamente, su nariz y boca fueron tapadas con velocidad extraordinaria y con fuerza de más, casi sin permitirle respirar, trató de forcejear pero sus muñecas fueron agarradas, al no poder respirar correctamente, inhalo desesperado sobre aquella tela con la que fueron cubiertas nariz y boca.

Cometió su primer error.

Su cuerpo se sintió pesado al igual que sus párpados, se sintió mareado, sin fuerzas, supo que lo habían drogado al instante, pero fue demasiado tarde, se sintió patético e inútil.

Su cuerpo se sintió pesado al igual que sus párpados, se sintió mareado, sin fuerzas, supo que lo habían drogado al instante, pero fue demasiado tarde, se sintió patético e inútil

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⏰ Última actualización: Sep 28, 2021 ⏰

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