A solas contigo.

Capítulo 2.

Acaba de sonar el despertador, son las 7, y no tengo ninguna gana de levantarme, pero no puedo faltar a mi primer día de universidad. Además, Aaron y yo no vamos a la misma clase, solo a cultura y lo menos que me apetece es conocer gente nueva.

Tras estar un largo tiempo recapacitando, decido levantarme a ducharme y desayunar.

"Menuda cara tienes..." - Me dice Aaron antes de que le mate con la mirada

"Es lo que pasa cuando no tienes ganas de nada" - hago un gesto con la boca y le miro de reojo. La verdad, que no se como he podido cambiar tanto, antes era alegre, sonreia por todo, y nunca me faltaba algo para estar feliz, pero las circunstancias de mi vida han hecho que ahora este rota y triste todo el tiempo. El único que me hace sonreír de vez en cuando es Aaron, lo mejor que tengo ahora mismo.

Arreglamos la cocina y nos fuimos.

Había un montón de gente por los pasillos, no paraban de hablar. Las taquillas de Aaron y mía pillaban en el mismo pasillo pero un poco lejos. Dejamos el material y cojimos el que necesitábamos para la primera clase.

"Bueno, no sufras mucho con las buenorras que hay por aquí" - guiño un ojo y le doy con el codo

"La buenorra aquí eres tú" - me devuelve el guiño y se ríe

"Que tonto eres" - sonrío y le abrazo "Luego te veo" -

- "Luego nos vemos" - sonríe

Sentí toda la vergüenza del mundo cuando entre en la primera clase, no conocía a nadie, y todos basaban sus miradas en mí, me sentía extraña y avergonzada.

"Buenos días, soy Emily Will" - lo solté como pude y me diriji al primer asiento libre que vi

"Buenos días señorita, yo soy Noah Clea, tu profesora de lengua" - soltó la mujer que había delante de la pizarra, al parecer la profesora. Sonreí y asentí.

Una chica de cabello moreno se sentó a mi lado, no decía nada, solo comía chicle como una burra, que asco, acabamos de empezar y ya me cae mal una.

La mañana transcurrió de clase en clase, de momento ningún profesor me ha caído mal, todos parecen bastantes simpáticos y volcados en su profesión.

Estaba esperando a Aaron en la salida cuando note que alguien me tocaba el hombro.

"Hola Emily, soy Diego, un compañero de tu clase, no se si me reconocerás" - me dice un tremendo chico moreno de ojos oscuros que me sonreía

"Eh, si, soy... Emily" - fuerzo una sonrisa. No entiendo de que va este, que quiere.

"Tranquila, no te pongas nerviosa, tan sólo quería presentarme, yo también soy nuevo y me gustaría conocer gente" - sonríe

"Ya, ya, bueno... es que ahora me tengo que ir...me esperan" - sonrió confundida y me doy la vuelta para salir del recinto

"¿Quién es ese pive? " - se acerca Aaron con un chico de pelo castaño que anda a su lado "Este es Oliver, un compañero de clase" - me presenta. Le doy dos besos aunque estoy confundida.

"Hola, yo soy Emily" - sonrió.

"Oliver es un compañero de clase, me ha dicho que si quería ir a comer con el y unos amigos, para conocer gente y eso" - me cuenta mientras guarda algo en su mochila

"Vale, ve, yo me iré a casa" - afirmo

"No, tu también te vienes" - me pasa el brazo por los hombros y comienza a andar

"Enserio que no me importa, ve tú" - me paro

"Vente anda, nos lo pasaremos bien" - me comenta el chico que vino con Aaron

"No hay nada que puedas decir" - dice Aaron y me coje en brazos antes de que pueda decir nada.

Llegamos a un Mc Donals en pocos minutos. Yo no decía nada, iba callada mientras que ellos charlaban. Al entrar nos esperaban dos chicos y una chica. Al parecer uno se llamaba Jaime, de pelo rojo y ojos verdes; otro era Jacob, moreno de ojos verdosos y la chica morena de ojos oscuros llamada Clara.

Durante toda la comida yo intentaba hablar lo menos posible. No me gustaba estar rodeada de tanta gente que no conozco, no me gusta la gente nueva.

Acaban de invitarnos a una fiesta el viernes y Aaron ha aceptado, le odio en estos momentos, no, no quiero ir, estoy yo para fiestas, además, a este chico le acabamos de conocer hoy, no entiendo como se llevan tan bien ya. Prefiero asentir en estos momentos, cuando llege el día pongo excusa y ya está.

Cuando termino de comer, me despido y salgo de allí yo sola, Aaron ha decidido quedarse un poco más.