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La Indecencia Vestida de Rosa.

Te invito a que caminemos por los senderos del placer.
Aunque yo tema no andar bien
Aunque tu no sepas querer.

Quizá podemos encontrar,
Donde está nuestro lugar.

Quizá ese sitio,
Está atado a nuestras caderas
O se desliza cautelosa
Como gota de sudor que te perla.

Quizá se esconde en una sonrisa,
En el fino arte de mirarte a los ojos
O en esa manera en que me sujetas
Para llevarme directo a la perdición,
De un laberinto que pinto como rosa...

Pero es más como el color de nuestros labios,
Cuando nos besamos sin descanso.

Efímero.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora