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Todos queremos rebobinar lo que alguna vez hicimos mal, eso es seguro. Mi caso no es distinto, me siento avergonzado de mis errores, con ansias de que en algun momento se desaparezcan por arte de magia. No hay que malinterpretar, un Hyuga siempre se hará cargo de sus cometidos, pero eso no quiere decir que no querríamos eliminarlos por completo de la faz de la tierra, lejos de todo alcance humano o quizas solo volver el tiempo atras y no repetir nuestras acciones.

Aun asi, mis errores se encuentran a salvo en Hinata. Sigo sin entender por completo como es que una persona puede ser tan bondadosa como ella, como puede existir un corazón tan puro, es exactamente como si un angel hubiera bajado del cielo y se hubiera alojado en nuestro clan. Ella logro perdonar mis actitudes, mis acciones y por sobre todo mi odio hacia su persona. Ese odio que hoy en dia podiamos ver tan lejano.

Lo cierto es que es todo gracias a ella, a su buen humor, a su dulce compañia y suaves charlas.

-¿En que tanto piensa Ni-ssan? - consulto la ojiperla mientras apartaba la mirada de su libro.

Hacía buena tarde y los dos primos Hyuga estaban relajados a los pies de un arbol como casi siempre luego de entrenar. Hinata característicamente portaba consigo una lectura simple que a veces narraba en voz alta a su acompañante, quien la admiraba sin pestañear siquiera.

- ¿Acaso no me leerá Hinata-sama?- contesto este sin detener su mirada hacia la chica.

La confianza entre ambos se habia elevado desde hace ya mucho tiempo. Ambos compartían el odio hacia las formalidades y tradiciones innecesarias que imponia el consejo, ambos eran fichas en el tablero del clan mas renombrado de Konoha. Su complementariedad, esa necesidad de apoyo por parte de Hinata, más la de cuidados por parte de Neji, hacía que su aprecio por el otro creciera cada dia mas y mas.

Las tardes se hacian cortas cuando las pasaban juntos. Algunas veces caminaban por entre los arboles o por el pueblo, otras se sentaban a comer en el patio de la mansión o en algun local cercano o incluso bajo ese mismo arbol, el que era testigo de como el par Hyuga crecía. Como tambien existian estas tardes que ninguno queria; cuando habian misiones para el otro. La ausencia ya no era algo que casi no se notaba, sino que la vida era aburrida de pronto. Hinata se ponia a tejer o salía con sus amigos para hacer la vida menos tediosa, pero no era lo mismo sin su compañia, ella lo sabia. Neji por su lado admitia, para sus adentros, que la vida sin Hinata no era vida, se la pasaba entrenando cuando ella salia de misión con su equipo, apenas y dormía. Pero cuando volvía, las energias se renovaban. Los dias son cortos cuando uno la pasa bien. No quedaban dudas, esos dos se querían.

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⏰ Última actualización: Aug 04, 2020 ⏰

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