Prólogo: Inter Astra Et Terram...

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Descendit ad Paradisum
By. Heartless Bom

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[El arte no es mío - Créditos: Nattlesua]
Arte colocado sin fines de lucro.
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Prólogo: Inter Astra Et Terram...
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—Entonces, ¿Cuál es tu nombre? —

—Lan WangJi—

—Bien, entonces hagamos un trato... Me dejas rondar a tu alrededor y me cuentas exactamente que eres, mientras yo te ayudo a buscar a esa persona que tanto deseas encontrar y te doy alojamiento en mi casa. Dudo mucho que alguien más vaya a entender lo que te ocurre y vivo solo, por lo cual no creo sea mala oferta—


No supo realmente en que momento se prestó a esa situación, pero ahí estaba:

Un humano que le ofrecía la oportunidad de vivir en su techo mientras que él se dedicaba a buscar a su hermano. ¿Y porqué referirse a él como humano? Fácil: él era un ángel. Y no cualquier ángel. Era un Arcángel, más exactamente el Arcángel de la luz azul: Han Guang Jun para todos en los cielos; pero ahora usando un nombre humano que nunca tuvo: Lan WangJi.

Era bastante impresionante en su forma de Arcangel y no podía ser para menos su versión humana: Cabello tan negro como el ébano, una piel tan blanca como lo era el jade y con un par de gemas doradas que parecieran ser de oro líquido. Sin embargo, con todo aquello jamás había podido ser un ser muy expresivo.

Por esa razón era uno de los Dos Jades de Gusu Lan. En el Cielo también se tenían jerarquías y Gusu Lan era lo más cercano a la divinidad de Dios. Representando a todos los Arcángeles con un ornamento de nubes, y usando correctamente su cinta de control con el jade cayendo al centro.

Aquél humano, sin embargo, pareciera divertirse enormemente con la situación y con el mismo Arcángel. Era muy curioso como sabía que no era un humano normal, pero tampoco podía decir lo que le hacía diferente.

En el mundo humano le llamaban síndrome de Alejandría, pero era realmente increíble como es que ese muchacho tenía los ojos violetas... Sin mencionar que su cabello era tan oscuro como el propio, atado en una alta coleta que solo dejaba algunos mechones rebeldes y a su fleco ondear ante esa ligera brisa, con una piel algo apiñonada, dándole un aspecto dorado y bronceado encantador aunando sus rosadas mejillas y esa enorme sonrisa.

Lan WangJi siempre fue muy dado a admirar a los humanos que eran tan naturalmente hermosos, pues Dios siempre fue benevolente en ese aspecto. Pero este chico pareciera haber sido creado paso a paso hasta quedar en ese aspecto que dudaba no fuera un ser celestial.

Descendit ad Paradisum - WangXian - MDZS -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora