3.

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Luego de clases ambas tuvimos que ir a detención, reíamos sin decir ni una sola palabra hasta que llegamos y nos callaron.
Quien estaba a cargo de detención era la bibliotecaria y ella nos conocía bien a ambas.

—Sana y Dahyun— Se apoyó en la pared sonriendo —No venían juntas desde cuarto o tercer grado— Nosotras asentimos y nos dirigimos a los primeros dos puestos libres de la sala.
Me senté primero y luego Sana, ella no paraba de mirarme.

—También me gustan las chicas— Lo dijo tan de repente que me asusté. ¿De verdad? Me quedé callada unos segundos intentando descifrar su mensaje.

—Bueno, al parecer no somos tan distintas como los demás piensan— Mi dedo dibujaba círculos imaginarios sobre el escritorio.

—Cuéntame, ¿Quiénes te han gustado?— Sana se sentó encima del pupitre y cruzó las piernas mientras me miraba con la cabeza ladeada, pero yo no sabía que responder. —Está bien, lo diré yo primero así te sientes más cómoda— Asentí. —¿Recuerdas a Nako?— Nuevamente mi cabeza afirmó —Bueno, ella me gustó un tiempo pero no fue nada. También me gustó Jin, lo cual me arrepiento ya que sólo somos mejores amigos y no podría imaginarme con el como pareja. Aaah obviamente Jihyo, ella me gustó por mucho tiempo pero la superé al darme cuenta que no tenía ni una posibilidad de estar con ella. Joy fue mi andante por unos meses— Mi cuerpo se impulsó hacia atrás inconscientemente, nunca llegué a imaginar que Joy estaría con una chica. —No le digas a nadie, por favor. Me electrocutaría si se entera que le dije a alguien, luego me cambió por Sungjae, pero ¿Ya qué? Hacen una hermosa pareja— Sus dedos contaban la cantidad de personas, aspiró profundamente antes de decir a la última persona. —Y Suho, claro— Por alguna extraña e inútil razón, creí que yo podía estar entre esas personas pero, ¿Cómo podría alguien como Sana interesarse en alguien como yo? Estoy loca.
—Y, ¿A ti, Dubu?—
Mi corazón latía rápido, no sólo porque Sana estaba junto a mi, también porque soy pésima mintiendo y no podría decirle que no me gusta nadie sin trabarme haciéndola dudar de que lo que diga sea verdad.

—¿A mí? Umm Si, si... me gusta alguien— Ay No, ¿Qué estoy haciendo? No puedo decirle que me gusta.

Uuuh la misteriosa Dubu, ¡Cuéntame! Quiero saber— Sus manos estaban juntas entrelazadas apoyando su mentón en ellas. No sabía que hacer, no hay salida.

—No lo sé, Sana. No creo que deba decirlo—

—¿No confías en mi?— La mano derecha se posó en su pecho simulando dramatismo.
Reí nerviosa mirando a cualquier otro sitio que no fueran sus ojos.

—Si lo hago, es sólo que me da vergüenza— Sana me miró con incredulidad. —Agh Me gusta Mina, ¿Ok?— Mi mente se detuvo y simplemente no podía escuchar a Sana pensando en qué acababa de decir. Esto es malo... muy malo.

Ihhhhh ¡Lo sospechaba! Son tan cercanas y se ven tan lindas juntas y a ella también le gustas, ¿No?— La sonrisa de Sana se borró al verme negando, luego se bajó del pupitre y acercó la silla hacia mi para derretirse sobre mi clavícula. —Que mal, Dubu. Algún día se dará cuenta de lo hermosa, simpática, buena persona, linda y carismática que eres, se enamorará de ti, tenlo por seguro. ¡Por Dios!— Dobló su cabeza mirando el techo. —¿Quién demonios no caería a los encantos de Kim Dubu? Eres un maldito diamante en bruto— Estiraba sus brazos hacia el cielo haciendo señas que no cualquiera podría descifrar, pero si no me equivoco, estaba imaginando algo o intentando describir algo indescriptible. —Eres asombrosa, Kim Dahyun—
Ahí una sonrisa traviesa se asomó en mi rostro y obviamente me sonrojé, Sana me miró con sus ojitos oscuros, su sonrisa de ardilla, su cabello naranja rozaba mi rodilla descubierta y luego yo acaricié su tórax; ¿Estaba desnuda?
¡Ay Dios! Debo dejar de pensar cosas así.

your SEXY body and I ⁺˳✧༚ saidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora